En el salón de Los Ángeles 2017, Mercedes-Benz ha presentado la tercera generación del modelo que inauguró el segmento de los grandes cupés Premium, el CLS. Un modelo con una línea de estilo totalmente novedosa, que se extenderá gradualmente a otros modelos de la firma de la estrella. Ahora bien, mientras esperamos hasta poder descubrirlo un poco más de cerca, te ofrecemos una interesante comparación entre el nuevo y el viejo modelo.
Parte frontal

En la zona delantera, el nuevo Mercedes-Benz CLS 2018 ha evolucionado mucho. La apariencia del modelo alemán es más estilizada, pero también, puede que resulte algo menos elegante. Respecto a la parrilla, se ha adaptado al diseño de los grupos ópticos, ahora, mucho más compactos.
También varían, ligeramente, el logo, así como los módulos laterales del paragolpes, ahora sellados, que incorporan un doble aditamento.
De perfil


Desde este punto de vista, el Mercedes-Benz CLS 2018 evoluciona de manera notable. La parte delantera sigue siendo esbelta, mientras que el voladizo trasero resulta bastante generoso. Sin embargo, la ventanilla trasera es mucho mas pequeña, la luna trasera tiene una menor superficie y la tapa del maletero parece más corta.
En la trasera

Sin duda, la zaga es la zona que más ha cambiado. Los pilotos son menos curvos y más afilados, lo que aporta un mayor carácter. Sensación que se incrementará, indudablemente, en las versiones AMG. El difusor trasero es más voluminoso, mientras que el diseño de las salidas de escape está pensado para llamar la atención.
En movimiento


Al ver al nuevo CLS en movimiento, los cambios se aprecian todavía mejor. Aunque los diseñadores han mantenido la marcada caída del techo, se aprecia que el coche ha cambiado de registro por completo. Parece haber sido diseñado acorde a la filosofía de los modelos AMG, con una línea realmente llamativa. Ahora bien, puede que haya quien lamente esa mayor apuesta por la deportividad frente a la elegancia.
En el habitáculo

En el interior, el Mercedes-Benz CLS 2018 apenas tiene nada que ver frente a su antecesor. No es una evolución, sino una revolución, que choca de plano con las líneas clásicas del modelo precedente. Sin embargo, tiene el inconveniente de no ser 100% original, de no dejarnos con la boca abierta. ¿El motivo? Nos recuerda, y mucho, al que estrenó el Clase S... y adoptó, posteriormente, el Clase E.
Ahora bien, la gran noticia está en la parte trasera. Allí, los clientes pueden optar por una configuración de tres plazas, frente a los dos asientos obligatorios en su predecesor.
Bajo el capó


La sala de máquinas del Mercedes-Benz CLS 2018 incorpora un sistema de 'microhibridación', sustentado en una batería de iones de litio de 48V. Esta solución, estrenada en el Clase S, aporta al automóvil algo más de 20 CV y 250 Nm de par motor.
Además, el nuevo CLS está equipado con una batería de iones de litio de 48 voltios. Esta hibridación permite que el automóvil ofrezca el mismo rendimiento que un motor V8, pero con menos consumo de combustible.
Dicho esto, el nuevo CLS recibe dos nuevos motores de seis cilindros: un turbodiésel de 340 CV (CLS 400 d 4MATIC) y un gasolina de 367 CV (CLS 450 4MATIC).