Aunque parezca mentira, ya han pasado ocho años desde que el BMW i8 nos dejara con la boca abierta. Aunque solo fuera un prototipo, su impacto sobre los asistentes al salón de Frankfurt fue brutal. A fin de cuentas, no todos los días se veía un cupé deportivo, que escondiera bajo su carrocería un sistema híbrido enchufable.
Tras su lanzamiento, en 2014, ahora, ha llegado el momento que tanto tiempo llevábamos esperando. Tras multitud de fotos espía y diversos teasers, por fin, el BMW i8 Roadster 2018 se ha presentado en el salón de Los Ángeles 2017.
Desde el punto de vista estético, mantiene gran parte de los rasgos del i8 Coupé, que también aprovecha la cita californiana para renovarse. Eso sí, el principal cambio lo encontramos en el techo, donde aparece una capota de lona, de accionamiento eléctrico, que puede replegarse en apenas 15 segundos, circulando hasta a 50 km/h.
Además, entre las dos 'jorobas' que protegen a conductor y acompañante, aparece un pequeño deflector de cristal, que se puede acciona de manera automática.
Entrando un poco más en detalle, las partes de aluminio de la capota se han elaborado a través de impresiones 3D, de cara a obtener una mayor precisión, al tiempo que BMW asegura haber trabajado a fondo en el aislamiento, tanto térmico como acústico.
¿Alguna desventaja? Evidentemente, para hacer hueco a la capota, cuando está replegada, los ingenieros han tenido que 'sacrificar' las plazas traseras. Algo que no parece especialmente grave, viendo el poco espacio que ofrecen en la variante cupé... y que se incluye un pequeño espacio de carga, con 96 litros de capacidad.
BMW i8 Roadster 2018: más potencia
Aprovechando el estreno, BMW ofrece un ligero, pero interesante, incremento en la potencia. De este modo, desarrolla 374 CV, lo que supone 12 CV más que el modelo precedente. Eso sí, en este caso, el peso también sube, por la inclusión de los distintos refuerzos que se incorporan en el chasis; concretamente, 60 kilos, hasta alcanzar un total de 1.593. No es mal dato, en cualquier caso, teniendo en cuenta su filosofía.
También encontramos cambios en la batería, cuya capacidad asciende de 7,1 a 11,6 kWh. Su función principal es alimentar a una unidad eléctrica, que declara 143 CV de potencia (aquí está la ganancia de 12 CV) y 250 Nm de par. Respecto al bloque de combustión, sigue siendo el conocido 1.5 turboalimentado de gasolina, con tres cilindros y 231 CV.
Con estos datos, la potencia máxima combinada aumenta hasta los mencionados 374 CV, mientras que el modo de funcionamiento eléctrico, anuncia una autonomía de 53 kilómetros y una velocidad máxima de 120 km/h.
Ahora bien, con el conjunto trabajando a pleno rendimiento, las prestaciones resultan mucho más atractivas. Acelera de 0 a 100 en 4,6 segundos y declara una velocidad máxima de 250 km/h (autolimitada). Como sucedía con el modelo anterior, cuenta con un sistema de tracción total y una caja de cambio automática, de seis relaciones.
Del mismo modo, el control dinámico de la conducción ofrece cinco programas: Confort, Sport y Eco Pro, en modo híbrido, y Comfort y Eco Pro, en modo eléctrico.
Ligeros retoque estéticos
En cuanto a las novedades exteriores, se aprecian nuevas tomas de aire, llamadas a mejorar la aerodinámica. Además, se incorpora el novedoso acabado E-Copper, así como la llamativa tonalidad Donington Gray. También, unas puertas que mantienen la apertura vertical, pero que prescinden de los marcos.
Respecto a las llantas de aleación de serie tienen un tamaño de 19 pulgadas; en opción podrán ser de 20 pulgadas. Además, se ha reducido el peso de las mismas casi 1,0 kilos, respecto al modelo precedente. Asimismo, si el diseño no te gusta, existen otras cuatro opciones, también creadas por BMW i.
Por dentro, más allá de la pérdida de las plazas traseras, encontramos cambios en los asientos, la instrumentación y la pantalla táctil, de 8,8 pulgadas.
Tras su presentación en el salón de Los Ángeles, solo nos queda esperar a su lanzamiento, que en nuestro país se producirá en mayo de 2018. Hasta entonces, el precio sigue siendo una incógnita, aunque, si te sirve de referencia, el i8 original sigue a la venta en nuestro país desde 139.200 euros. En Alemania, donde ya se han anunciado las tarifas oficiales, el precio del i8 Roadster alcanza los 155.000 euros, unos 15.000 euros más caro que la versión Coupé, y según fuentes de la marca, esa cantidad no debería variar mucho de la definitiva en España.