Suzuki era bien conocida por ser el fabricante más avanzado en la tecnología de los "dos tiempos" con modelos como la mítica GT750, pero poco después terminaría haciendo de los "cuatro tiempos" la base de sus mecánicas de gran cilindrada.
Antes de presentar su nuevo motor, Suzuki estudió a fondo las ventajas e inconvenientes de las mecánicas de Honda y Kawasaki, así como de las manejables deportivas británicas, para dar a conocer la que sin duda terminó siendo la mejor moto de la época, la GS750. Más tarde le seguiría una versión de 1.000cc, además de un extenso abanico de modelos, cilindradas y estilos durante la siguiente década sobre la misma base mecánica, hasta que quedó descatalogada.
En 1985 Suzuki presentó un modelo completamente nuevo, también refrigerado por aire y aceite, que cambiaría para siempre la filosofía de las motos deportivas: la GSX-R 750.
Antes de su lanzamiento en 1985 ya se dio a conocer una versión de 400cc para el mercado japonés, pero cuando la 750 se presentó en la escena internacional eclipsó a todo lo que existía hasta entonces. La anterior deportiva de 750 cc de Suzuki, la GS750ES, ofrecía hasta 16 CV menos que el nuevo modelo, pero ¡pesaba 34 kg más! Suzuki consiguió reducir el peso de la GSX-R comenzando por emplear un bastidor de sección cuadrada en aluminio y rediseñando cada componente desde cero.
Al mismo tiempo, otro gran protagonista resultó el nuevo motor SACS refrigerado por aire y aceite, una mecánica que se terminaría produciendo en los años siguientes en cilindradas desde 400 a 1.400cc para distintos modelos hasta el año 2006.
Todo comenzó cuando el ingeniero de Suzuki Estuo Yokouchi recibió la tarea de refrigerar el motor de la XN85 Turbo. Antes de encontrar sus propias soluciones, trabajó con inyectores de aceite y sistemas auxiliares de refrigeración, tal como se había hecho en los aviones de la Segunda Guerra Mundial.
Así, el motor SACS (Suzuki Advanced Cooling System) contaba atomizadores de aceite para refrigerar la parte inferior de los pistones, y un circuito secundario de aceite para refrigerar culata, puertos y cámaras de combustión. La bomba de aceite contaba con un convencional rotor de alta presión para los cojinetes de la distribución, y uno de baja presión y mayor volumen para hacer circular el aceite por los conductos de refrigeración.
El bloque del motor permanecía refrigerado por aire, una seña de identidad y un aspecto muy positivo desde el punto de vista estético para las máquinas sin carenado. Era un motor con buen aspecto y fiable que, combinado con la gran disponibilidad de siniestros procedentes de motos deportivas, se convirtió en la base favorita de los constructores de “Street fighters” durante las décadas de 1990 y 2000.
Suzuki GSX-R 400
Puede que en algunos países las cilindradas contenidas no sean suficientemente apreciadas, pero cuando en 1984 se presentó en Japón el motor SACS con la GSX-R 400, era como una pequeña joya. El nuevo propulsor se integró en un bastidor de aluminio similar en diseño a los anteriores en acero, pero también muy parecido al de las Gamma de competición de la época con motores de «dos tiempos».
La clase de los 400cc es una de las favoritas en el mercado japonés, por lo que no resultó ningún a sorpresa que la GSX-R 400 causara sensación en aquel momento. Su motor entregaba alrededor de 60 CV y pesaba entre 15 y 30 kilos menos que sus competidoras.
Suzuki GSX-R750 (1985-1992)
La primera GSX-R 750 de 1985 era muy similar al modelo que se comenzó a comercializar al año siguiente en EEUU, aunque a título curioso, la segunda era 25 mm más corta en distancia entre ejes. Después, Suzuki lanzaría una versión del mismo modelo para la competición, mejorado en suspensión delantera y frenos, así como provisto de asiento monoplaza y embrague en seco.
Estas primeras series marcarían una nueva tendencia para las deportivas de calle a pesar de sus llantas de 18 pulgadas, incluyendo los primeros juegos de bieletas en la suspensión trasera para motos de serie. La GSX-R 750 estaba un paso por delante de las motos deportivas de la época, como la GPZ de Kawasaki.
Suzuki GSX-R 1100 (1986-1992)
En 1986, Suzuki lanzaría la GSX-R 1100, que era el mismo concepto que la 750cc pero con más carne en el asador. Exteriormente parecían prácticamente idénticas, aunque la 1100 era un poco más alta. Tanto la aerodinámica como la base de la parte ciclo correspondían al mismo diseño; tan sólo la sección del chasis era más gruesa, incrementando por tanto el peso. La 1100 pesaba casi 217 kilos, pero entregaba 140 CV de potencia. Esos 40 CV adicionales respecto a la 750 y la práctica coincidencia de las medidas del motor dieron paso a numerosas preparaciones, denominadas GSX-R7/11, montando el motor grande en el chasis de la 750, obteniendo así una GSX-R más ligera y potente aún.
Suzuki GSX600F (1988-2004)
Entre tanto, los entusiastas de los pesos medios de Suzuki se habían tenido que conformar durante años con la GSX550, pero eso iba a comenzar a cambiar en 1988. Entonces se presentó la GSX600F, impulsada por una versión a escala del motor de la GSX-R 750, con diferencias en la distribución y menor radio de compresión; todo ello, integrado en un chasis perimetral de acero.
Estas motos de 600cc resultaban más asequibles y adecuadas para usuarios con menor experiencia. La GSX600F pesaba unos 25 kilos más que la GSX-R750 y sólo entregaba 80 CV de potencia, pero aun así resultó un éxito de ventas en la época. No sería hasta 1992 cuando Suzuki presentaría una GSX-R 600 en toda regla, lo que supuso también un fuerte revulsivo para el mercado de las Supersport.
Suzuki GSX750F (1988-2004)
Suzuki maximizó el efecto GXS-F con el lanzamiento de la versión de 750cc en 1988; un nuevo modelo que compartía con su hermana menor de 600cc la mayoría de sus componentes. El chasis y los plásticos externos resultaban prácticamente idénticos, centrándose las diferencias en apartados como la horquilla, el amortiguador posterior y los frenos. Por su puesto, el motor era de 750cc, aunque ligeramente dulcificado respecto a la GXS-R.
Suzuki GSX1100F (1988-1998)
La versión de 1.100cc de la GSX-F hizo su entrada en escena con llantas más pequeñas (16”), pero en el resto de apartados resultaba igualmente similar a sus hermanas de menor cilindrada. En el mercado europeo esta nueva generación de motos rebosantes de par comenzaron a montar espacios de carga, abriendo así la puerta a una nueva generación de motos llamadas “sport-turismo”.
Suzuki GSX1100G (1991-1994)
The GSX1100G es quizá la menos apreciada de las variantes GSX, seguramente a causa de su elevado peso. Comparada con una Bandit 1200, a la que resulta bastante similar en estilo y medidas, este modelo con transmisión secundaria por cardán pesaba unos 35 kg más.
Su motor entregaba 100 CV, ofreciendo su máximo rendimiento a 7.500 rpm. Estas características la convirtieron en una gran moto para el turismo sin prisas, así como una opción más económica que las sport turismo más sofisticadas de la época. Hoy en día, su cotización en el mercado de segunda mano se encuentra sobre la mitad respecto a una Bandit 1200.
Suzuki Bandit 600/650 (1995-2006
Aunque las GSXF todavía se comercializaban y al mercado europeo llegó primero la Bandit 400 con motor derivado de la deportiva GSX-R de la misma cilindrada, Suzuki encontró espacio en 1995 para introducir un modelo sin carenado de corte más clásico sobre la misma mecánica. Aquellas Bandit todavía conservan su aire contemporáneo y en ellas se aprovechó de nuevo la mecánica refrigerada por aceite como sólo se hacía ya en las preparaciones basadas en GSX-R.
Al año siguiente apareció la versión S que empleaba la misma pequeña cúpula que la variante de 1.200cc. En Japón se presentó también un modelo de 750cc, pero estaba destinado al mercado interior. En 2005 aumentó la cilindrada a 650cc, pero poco después terminaba la historia de las motos de Suzuki impulsadas por mecánicas SACS.
Suzuki Bandit 1200 (1996-2006)
Las Bandit de 1.200cc entraron en escena para conquistar los corazones de los usuarios con más experiencia, o para cualquiera que tuviera problemas de espalda que le impidieran acceder a una moto deportiva. Ofrecían una cómoda posición de conducción y tenían potencia suficiente a cualquier régimen y no había que sufrir para circular realmente rápido.
Por supuesto, era una moto pesada si la comparamos con las deportivas de la época, pero desde luego ofrecía mucho más que las Harley Davidson, Honda CB750, Kawasaki KZ900 o Yamaha XS1100 de aquellos años. Tenía suspensiones modernas e incluso se ofrecía la opción del ABS en los frenos. Al mismo tiempo, muchos de los componentes del motor eran compatibles con los de la GSX-R.
Suzuki GSX1200 Inazuma/ GSX1400 (1998-2008)
Estos dos modelos los describiremos juntos por su gran similitud entre sí. Con una línea estética más clásica aún que las de las Bandit, con doble suspensión posterior y depósito de combustible más redondeado, las Inazuma y GSX1400 recibieron una gran acogida en los mercados japonés y europeo, sobre todo entre los preparadores.
¿Por qué preparar una GS750 o 1.000cc cuando puedes comprar una moto de 250 km/h con una apariencia estética similar, y con suspensiones y frenos más modernos? De todas formas, el doble amortiguador trasero no funcionaba tan bien como podrías imaginar. Una moto de más de 100 CV para usar todos los días.
Lo creas o no, esto no es una moto de resistencia de la década de 1970, sino más bien una Inazuma preparada por Rocket Garage.