Audi A2
A finales del siglo XX y comienzos del XXI, ofrecer una carrocería y un chasis de aluminio no era, ni mucho menos, algo habitual y menos en los segmentos más populares. El Audi A2 supuso una revolución en este aspecto y demostró que ese material resultaba ideal para contener el peso en los modelos más voluminosos.
BMW i8
Este deportivo híbrido enchufable, recientemente jubilado, apareció en el año 2014, cuando hablar de autonomías eléctricas y tiempo de carga de batería nos sonaba a cuento chino. No solo lograba 37 kilómetros sin tener que activar el motor de gasolina, sino que además la celda del habitáculo estaba hecha de fibra de carbono e incorporaba faros con tecnología láser, la que hoy emplean los BMW más exclusivos.
Mercedes-Benz CLS
¿Mezclar una berlina con rasgos de un coupé? La idea podía considerarse alocada, pero viendo el CLS y, sobre todo, los resultados de ventas que obtuvo desde 2004, Mercedes-Benz dio en el clavo. De hecho, la casa de Stuttgart pilló completamente 'en fuera de juego' a Audi y BMW, quienes tardaron en reaccionar con el A7 Sportback (año 2010) y el Serie 6 Gran Coupé (año 2011).
Opel Ampera
Aunque ahora los coches eléctricos ya ofrecen autonomías más que decentes, en 2012 este punto resultaba un verdadero problema. La excelente solución (aunque no perfectamente ecológica) que se aplicó en el Opel Ampera, también en el clon Chevrolet Volt, fue incorporar un motor de gasolina no para impulsar el coche, sino para generar electricidad.
Así, este coche se podía utilizar para desplazamientos interurbanos con total calma, ya que superaba los 600 kilómetros sin tener que repostar.
Porsche 918 Spyder
Si antes destacábamos el i8, más alabanzas aún debe recibir este superdeportivo de Porsche, pues se mostró un año antes que el BMW y su módulo de propulsión híbrido enchufable estaba cerca de los 900 CV.
El 918 Spyder disponía de carrocería y chasis realizados en fibra de carbono y materiales plásticos, contaba con cuatro ruedas directrices y los que tuvieron la fortuna de probarlo aseguran que no habían visto antes nada igual en términos de prestaciones y dinamismo. Este coche era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,6 segundos.
Renault Avantime
Este es un ejemplo de revolución estética que no tuvo el éxito esperado. En el año 2001, Renault lanzó el Avantime, un monovolumen coupé de 4,6 metros de longitud. Carecía de pilar central, lo que supuso un reto en el desarrollo del coche para la marca francesa.
Además, de inicio, solo se vendió con un potente motor de gasolina 3.0 V6 con 207 CV y se descartó una opción turbodiésel. A todo esto, se sumó un precio elevado, por encima de los seis millones de pesetas en España. El resultado fue un fracaso comercial y solo dos años en los mercados.
Renault Laguna
La tercera generación del Laguna no cosechó el éxito comercial de las dos anteriores. De hecho, fue un modelo controvertido en el plano estético y no tuvo una buena imagen. Así, Renault intentó cambiar las tornas con el actual Talisman.
Pero esta tercera entrega nos dejó la versión GT 4Control, con cuatro ruedas directrices, que popularizó este fantástico sistema con el que se gana eficacia en curvas y agilidad en la ciudad y los estacionamientos. Muchas marcas premium tomaron nota...
SsangYong Actyon
Hoy en día, los SUV de corte coupé son coto prácticamente exclusivo de las firmas de lujo, pero el que inició este segmento fue el popular SsangYong Actyon en el año 2007.
Más que un todocamino, el modelo coreano merece considerarse un todoterreno, pues su gama incluía versiones con reductora. Como podrás suponer, frente al Kyron (modelo del que derivaba), ofrecía menos altura en las plazas posteriores y un maletero más pequeño.
Toyota Prius
Si te pidieran que dijeras un coche híbrido, seguro que te vendría a la mente el Prius. Al fin y al cabo, fue el modelo que estrenó esta tecnología allá por 1997 en Japón. En la actualidad, ya va por la cuarta generación y, aunque no está siendo la más exitosa comercialmente, sí es la más ecológica, al firmar solo 4,1 litros cada 100 kilómetros en ciclo WLTP.
smart fortwo
Si piensas que vamos a hablar del fortwo por su carrocería biplaza y la propulsión trasera, estás equivocado, aunque también merecería un análisis profundo. Lo hemos seleccionado para esta lista por sus motores turboalimentados de gasolina con tres cilindros.
En 1998, estos propulsores, de origen Mitsubishi, supusieron una revolución y sirvieron como inicio de la filosofía 'downsizing', muy extendida hoy en día no solo en modelos de carácter urbano, sino también entre SUV y en alguna que otra berlina, como en el Skoda Octavia recientemente jubilado.