De primeras, comprobar que hay que pagar más por el Alpine A110 S que por un Porsche 718 Cayman, ambos con 300 CV, puede resultar chocante, pero de veras que el deportivo francés enamora a la hora de conducirlo, tal y como hemos comprobado en esta excitante prueba.
Para situarnos dentro de la gama, esta versión S tiene un enfoque aún más dinámico que el resto, con excepción del R. Esta cualidad se puede comprobar rápidamente en cuanto nos enfrentamos a una carretera secundaria técnica. Es más, al arrancar, el escape Sport Activo ya nos anuncia mucha diversión.
Y ya que vas a realizar un fuerte desembolso, mejor que te miren más por la calle, ¿no? Sin duda, el A110 S concentra un factor sorpresa mucho mayor que el propio 718 Cayman, por lo que no dejarás de observar a personas que miran sin saber qué deportivo se acaba de cruzar con ellas.
El Alpine A110 S, en cinco puntos clave:
Galería: Prueba Alpine A110 S 2023
Diseño
Este pequeño coupé de 4,18 metros de longitud y apenas 1,24 de altura no deja indiferente a nadie y resulta verdaderamente atractivo, más aún si pasamos por caja y añadimos el kit Aero, conformado por varias piezas de carbono (alerón fijo, techo, splitter delantero...), que añade un punto más de emoción a la vista.
Por el color Naranja Fuego y por las llantas GT Race de 18 pulgadas, hay que pagar 2.040 y 810 euros, respectivamente. Igualmente, los neumáticos semislick Michelin Pilot Sport Cup 2 (215 mm de sección los delanteros y 245 los traseros) suponen otros 810 euros de desembolso, ¡pero cómo agarran! En cambio, las grandes pinzas de freno de cuatro pistones delanteras en naranja vienen de serie.
Como mandan los cánones de la deportividad, las ventanas vienen sin marco superior integrado y el motor, dispuesto en la parte central del conjunto, se encuentra a la vista. Como decíamos antes, el escape de serie suena de fábula, aunque se tiene bastante presente y puede generar algo de cansancio en largos desplazamientos.
Interior
En la cabina del Alpine A110 S encontramos claroscuros, pues conviven elementos tan exclusivos como unos baquet Sabelt o elementos en microfibra (pack por 1.830 euros) con mandos propios de vehículos Renault, como la ruleta de la climatización o el módulo satélite para gobernar el equipo de audio. Igualmente, hay algunos plásticos, como los de las puertas, que no entonan en un vehículo de este lustre.
Incidiendo en los asientos, quedas verdaderamente anclados en ellos, aunque es cierto que otorgan cierta libertad de movimiento para la parte superior del tronco. Curiosamente, tanto la altura como la inclinación del respaldo se regulan mediante llaves específicas.
Por supuesto, me gustan las grandes levas fijas y el espacio interior que hay para los dos ocupantes, mucho mayor que el de, por ejemplo, un Mazda MX-5. El reposapiés metálico del acompañante viene de serie, al igual que el sistema multimedia Alpine mySPIN, vinculable a IOS y Android, que se gobierna a través de una pequeña pantalla táctil de tan solo 7,0 pulgadas.
Recomiendo adquirir el pack almacenamiento (570 euros) para disponer de huecos portaobjetos y te anunciamos que para gobernar con presteza los botones de la transmisión (no hay palanca) tienes que pasar un periodo de aclimatación. Por último, el programa Sport se activa con un botón en volante y la visibilidad hacia atrás resulta muy limitada.
El coche dispone de dos pequeños maleteros, de 100 y 96 litros, en los que puedes repartir sin problemas el equipaje de dos personas. Mejor si es en bolsas blandas para adaptarse plenamente a las formas de los cubículos, aunque también caben pequeñas maletas para cabinas de avión.
Mecánica
¡Cómo empuja el motor del Alpine A110 S! De hecho, sorprende que tenga un régimen intermedio tan lleno con tan solo 1,8 litros de cilindrada y además no descansa hasta las 6.300 rpm, régimen en el que alcanza los 300 CV (el corte está en algo más de las 6.500 vueltas).
Si sumamos una caja de doble embrague muy bien afinada para conducción deportiva, el resultado es un goce absoluto a la hora de acelerar, recuperar velocidad o salir de las curvas como un resorte. Las cifras no engañan: 4,2 segundos para pasar de 0 a 100 y 260 km/h de punta oficial.
Pero es que, además, el consumo interurbano se puede quedar en el entorno de los 7,7 litros cada 100 km practicando una conducción normal. Si no te pones en modo piloto, el coupé francés no te hará pasar constantemente por la gasolinera.
En marcha
Si el binomio motor/transmisión encandila, poco menos podemos decir del chasis del modelo galo. En la puesta a punto Sport (así lo denomina Alpine) confluyen multitud de cambios importantes, como la altura libre reducida en 4 milímetros por unos muelles un 50% más firmes. También destacan los nuevos amortiguadores y las estabilizadoras huecas más rígidas. En definitiva, hay bastante diferencia con la versión de 252 CV.
Así las cosas, el Alpine A110 S tiene un carácter mucho más aguerrido que, por ejemplo, el dúo BMW Z4/Toyota Supra, de tal forma que sientes cada irregularidad de la carretera, si bien hay cierto margen de confort si el asfalto está bien cuidado. Curiosamente, el coche está mejor aislado aerodinámicamente de lo que preveía.
La conducción es plenamente emocional y la efectividad a la hora de superar curvas, demencial (no olvides que monta semislicks). La desconexión del ESP se encuentra a mano, pero no te aconsejo que lo actives salvo que te encuentres en un circuito, pues es un coche que, llevado al límite, requiere manos expertas.
No obstante, transmite mucha seguridad en las trazadas y queda constantemente plasmado el magnífico trabajo de puesta a punto realizado en él, pues te permite jugar con cambios de trayectoria que el A110 S asume sin rechistar, fruto de un tren delantero liberado de peso.
Y no se me debe olvidar el magnífico tacto del pedal del freno, duro y sin perder firmeza en el recorrido, fruto de un equipo con discos de 320 mm en ambos ejes (ventilados los delanteros). En fin, una gozada de coche.
Equipamiento y precio
Volvemos al inicio y a esa 'batalla' de precios con el 718 Cayman básico. Porsche pide 74.126 euros por su deportivo de 300 CV, mientras que Alpine obliga a un desembolso de 77.800 euros, sin incluir los extras, por el A110 S.
Ya has visto todo lo que te puede ofrecer el modelo francés y en qué puntos flaquea, así que tu elección final es cuestión de gustos y preferencias personales.
De serie, el A110 S viene con navegador, climatizador monozona, faros Full LED, instrumentación digital, datos de telemetrías Alpine Telemetrics, equipo de sonido Focal, logo Alpine en acero inoxidable en el umbral de las puertas...
Alpine A110 S