Un coche diferente no tiene que ser exclusivo. Un coche divertido no tiene que ser muy potente y un coche que causa gratas sensaciones no tiene que valer miles y miles de euros. Parecen paradojas, pero todas estas conclusiones las cumple a rajatabla el Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV, un pequeño gran deportivo.  

Antes que nada, debemos explicar que estamos ante el vehículo previo al restyling del i10 que se presentó hace unas semanas, una actualización que debería llegar a los concesionarios a partir de la segunda mitad del año. Por lo tanto, todo hay que decirlo, este coche tiene una caducidad corta. 

Pero más allá de esta circunstancia, lo cierto es que el i10 más caro de la gama nos ha hecho aflorar sensaciones casi ya olvidadas, cuando los coches eran menos tecnológicos y lo que prevalecía era la conducción por encima de todo. Un vehículo ligero y 'analógico', si me permites la expresión. 

Galería: Prueba Hyundai i10 N Line 1.0 T-GDi 100 CV

Estética personal

Ojo, no creas que estás ante un urbano desfasado. Al contrario, está muy bien trabajado tanto en el ámbito de la personalización como del chasis, de tal forma que podría aguantar sin problemas tal cual está durante unos cuantos años más en el mercado.

De hecho, el diseño exterior se ha cuidado bastante y concentra detalles muy interesantes, como la carrocería bicolor, las acertadas inserciones rojas, las luces diurnas específicas, los cristales tintados y, qué alegría, una doble salida de escape cromada, un componente cada vez más en desuso, lamentablemente. 

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV
Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Ambiente deportivo

Por su parte, el interior también presenta componentes especiales. Por ejemplo, pespuntes rojos, volante con la inscripción N, aros de color rojo en las salidas de aire, instrumentación analógica con fondo de bandera a cuadros, molduras de diseño deportivo delante del acompañante y en las puertas, pomo metálico del cambio o el tapizado en negro.

El único pero son los asientos, que aunque el del conductor incluye un práctico reposabrazos, ofrecen un diseño demasiado sencillo, sin marcadas sujeciones laterales, y una posición elevada al volante. Por cierto, el freno de estacionamiento es por palanca (¡nos gusta!) y los asientos traseros no incluyen el hilo rojo de los delanteros. 

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV
Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV
Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Espacio interior y maletero

Sorprende gratamente que un urbano incluya de serie climatizador automático, cámara de visión trasera, detector de fatiga o la alerta por cambio involuntario de carril. Igualmente, se pueden conectar dispositivos con Android Auto y Apple CarPlay mediante cable a través de una más que digna pantalla táctil de 8,0 pulgadas. 

También nos ha gustado el más que correcto aislamiento aerodinámico del interior. El hecho de que sea un deportivo asequible no lo convierte en un vehículo mal rematado o poco trabajado, como insistía anteriormente. 

Y si ahondamos en la parte práctica, en las plazas traseras se pueden acomodar adultos de talla media, siempre que los pasajeros no sean altos, claro está. En cuanto al maletero, ofrece 252 litros, que es una cifra destacada en un modelo del segmento A. Por ejemplo, el del nuevo Toyota Aygo X Cross se queda en 231. 

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV
Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Buen motor turbo

La parte mecánica consta del conocido motor turbo de gasolina 1.0 T-GDi de 100 CV, potencia que la declara a tan solo 4.500 vueltas, casi como un turbodiésel, por lo que no se trata de un propulsor elástico que merezca la pena llevarlo hasta la zona roja. Lo más destacado de él es, sin duda, el régimen intermedio, cuando alcanza las 2.500 rpm y empieza a ofrecer lo mejor de sí.

Por su parte, el par máximo, 172 Nm, lo entrega a 1.500 rpm. Para llevarlo 'alegre', el truco está en no dejarlo caer mucho de vueltas, pues de lo contrario te tocará reducir de marcha para no perder ritmo. Eso sí, te aseguro que pensaba que este coche bajaba de los 10,0 segundos en la aceleración de 0 a 100 por cómo rinde, pero en realidad homologa 10,5. Eso significa que su empuje 'real' resulta gratificante.

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Al no haber un apoyo eléctrico, el Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV porta la etiqueta medioambiental C. Por cierto, el sonido mecánico es más bonito que el clásico de un tricilíndrico, creando una atractiva atmósfera deportiva.

¡A por las curvas!

Por supuesto, a este 'pequeñín' se le queda muy pequeña la ciudad y pide 'juguetear' en tus secundarias favoritas. Es más, el aplomo en las vías principales sorprende por bueno y no es necesario andar rectificando con el volante, pues el modelo coreano mantiene muy bien la línea recta. 

A pesar de que el cambio manual (de excelente tacto) no cuenta con una sexta velocidad, la rumorosidad mecánica no se adentra en el habitáculo al circular por autovías y autopistas, con lo cual el confort de marcha es el propio de un vehículo de mayores dimensiones y con un nivel de calidad superior. 

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV
Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Conducción divertida

En curvas, se nota su peso en vacío de apenas 1.024 kilos pues cambia de trayectoria de manera muy rápida y, sorprendentemente, a pesar de ser un coche de apenas 3,67 metros de longitud, la zaga se muestra bastante asentada y poco nerviosa, salvo que exploremos el límite dinámico, que es alto, te lo aseguro.

Los momentos más críticos del coche en el apartado dinámico quizá vengan dados en los fuertes apoyos de las curvas rápidas, pues los neumáticos de 195 mm de sección 'sacan la bandera blanca' al no poder ofrecer un agarre lateral considerable. Esto no significa que el i10 se descontrole, sino que te informa de hasta dónde puede llegar.

Lo mejor de todo es que el conductor se siente muy partícipe de lo que logra hacer con el vehículo y eso, últimamente, no es lo habitual. Por cierto, la suspensión es firme, pero no agotadora, y la dirección no peca de excesivamente blanda, así que damos una muy buena nota a los ingenieros de Hyundai. 

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV
Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Tan solo cabe recordar que este i10 de tintes deportivos monta discos ventilados en el tren delantero y macizos traseros, un equipo que está a la altura cuando practicamos una conducción exigente y, de hecho, el tacto del pedal del freno es suficientemente firme. 

¿Y el consumo? 5,2 litros cada 100 km la media homologada y 5,8 en nuestra prueba. Cifras que demuestran que puede usarse todos los días sin temer por nuestro presupuesto mensual.   

Precios i10 N Line

Como conclusión, el Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV supone una grata sorpresa de la marca coreana en un segmento prácticamente abocado a la extinción, con lo cual es un doble mérito del fabricante. Desde luego, cualquier joven aficionado a los coches gozaría un montón con él y es de los vehículos que crea escuela.   

El precio no es bajo, pues hay que desembolsar 21.740 euros. ¿Un capricho? Quizá, pero uno al alcance de un nutrido grupo de clientes y con un mantenimiento razonable, así que... ¿por qué no?

Hyundai i10 N Line T-GDi 100 CV

Motor Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado, 998 cm³
Potencia 100 CV a 4.500 rpm
Par máximo 172 Nm a 1.500 rpm
Caja de cambios Manual, 5 velocidades
0-100 km/h 10,5 s
Velocidad máxima 185 km/h
Consumo 5,2 l/100 km
Tracción Delantera
Longitud 3,67 m
Anchura 1,68 m
Altura 1,48 m
Peso en vacío 1.024 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 252 l
Precio base 21.740 euros