Siempre han sido vehículos pensados para el disfrute personal, como mucho, acompañados por solo una persona. Los descapotables son modelos pasionales, poco racionales, pero capaces de brindar unas sensaciones inigualables, ya sea en verano o en invierno.
Modelos como la tercera generación del BMW Z4 M40i 2020, un vehículo en el que el corazón siempre sale ganando frente a la fría razón, incluso aunque hablemos de un descapotable alemán.
Después de su desarrollo conjunto con el Toyota GR Supra, la presente generación del modelo bávaro luce un aspecto más llamativo que nunca. El frontal ha ganado en personalidad, con elementos vanguardistas que denotan su plena actualidad.
Los dos riñones de la parrilla ahora parecen sobredimensionados, con la presencia de un perfil plateado que los rodea en su totalidad y prescidiendo de las clásicas lamas, mientras que las ópticas principales se sitúan en los extremos del frontal, recorriendo parte del lateral de la carrocería. Por supuesto, utilizan tecnología de diodos luminosos para todas las funciones.
Galería: BMW Z4 M40i 2020
La zaga, con un diseño compacto, se beneficia de la presencia de unos pilotos estilizados y delicados, el perfecto contrapunto al enorme difusor posterior que, junto con las dos colas de escape integradas, focalizan la atención en la vista posterior.
En conjunto, la carrocería presenta unos trazos muy fluidos, con una parte delantera bastante alargada y un parabrisas muy tendido, que da paso a una capota de tela, con accionamiento totalmente eléctrico.
Por supuesto, portar las siglas 'M' le da la oportunidad de lucir elementos estéticos específicos, como las llantas de aleación de 18 pulgadas, la suspensión adaptativa M, los asientos deportivos M o el paquete aerodinámico, también con el sello de M Performance.

Respecto a las dimensiones, el modelo alemán anuncia una longitud de 4,32 metros, por 1,86 de anchura y 1,30 de altura. La distancia entre ejes alcanza los 2,47 metros, un detalle a tener en cuenta para entender la notable estabilidad que ofrece el Z4, una vez en movimiento.
La capacidad del maletero, por cerrar el capítulo de las dimensiones, es de 281 litros, más que razonables para dar servicio a dos ocupantes.
En el plano mecánico, este descapotable tan especial equipa el bloque de gasolina más potente de la gama, de momento. Hablamos de un motor de seis cilindros en línea, con 2.998 cm3, turbocompresor e inyección directa, que desarrolla una potencia máxima de 340 CV entre 5.000 y 6.500 vueltas y un par motor de 500 Nm entre 1.600 y 4.500 rpm.
La caja de cambios es automática, concretamente, la conocida como Steptronic deportiva, una transmisión con convertidor de par y ocho velocidades que se encarga de canalizar la fuerza del motor hacia el eje trasero, contando con la inestimable ayuda del diferencial deportivo M.

Así las cosas, el vehículo que estás viendo porta el denominado acabado 'First Edition', que incluye elementos específicos, como la pintura metalizada Frozen Grey, los faros de tipo LED matriciales, la capota de tela en color negro antracita con efecto plateado, las carcasas de los retrovisores exteriores en negro o las llantas de aleación de 19 pulgadas, con diseño exclusivo.
En el interior, la tapicería de cuero Vernasca, el equipo de sonido Harman Kardon, la instrumentación digital y el sistema de proyección de información en el parabrisas Head-Up Display completan una dotación de serie sencillamente espectacular.

Respecto a las prestaciones, solo podemos decir que son sobresalientes, tal y como puedes imaginar. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h, mientras que la aceleración, de 0 a 100, marca un tiempo de solo 4,5 segundos.
El consumo oficial, en ciclo mixto WLTP, es de 8,4 litros cada 100 kilómetros. En condiciones normales de uso, lo habitual es ver cifras de 9,0 litros y si decidimos practicar una conducción deportiva, podemos rebasar con facilidad la barrera psicológica de los 10,0 litros cada 100 kilómetros.

Pero llega el momento de la acción. Ponemos en marcha al motor, pulsando un botón y, al instante, percibimos un agradable gorgoteo procedente de las colas de escape. De manera casi insconsciente descapotamos el coche. Y ya estamos preparados para disfrutar al máximo de la conducción.
Pisamos el pedal derecho con decisión y comprobamos la capacidad de aceleración del descapotable bávaro. La facilidad con la que gana velocidad es asombrosa, aunque también debo decirte que no es un deportivo puro. Es un vehículo más pensado para disfrutar de la conducción a cielo abierto, que para batir tus registros en una solitaria carretera de montaña.


Hablamos de un coche ágil, con potencia y par motor más que suficientes, disponibles en un amplio rango de revoluciones. En este sentido, la mencionada caja de cambios automática Steptronic deportiva, de ocho velocidades, cumple con precisión y suavidad, a partes iguales.
La dirección asistida es obediente y tiene ese punto justo entre asistencia y capacidad para transmitir la información del asfalto por el que circulamos. No obstante, no creas que todo van a ser loas. El tacto del pedal del freno no llega a convencer al 100%: resulta esponjoso, en la primera parte del recorrido y solo al pisarlo con decisión, el vehículo frena con rotundidad.

El otro detalle a mejorar, que claramente se trata de un tema de puesta a punto electrónica, es el funcionamiento del diferencial deportivo M del eje trasero.
Al negociar curvas muy cerradas y acelerar con decisión, la zaga del coche no reproduce las reacciones naturales de un autoblocante mecánico tradicional, que tiende a 'meter' el coche hacia el interior de la curva. En este Z4, se perciben una sucesión de correcciones, que son fácilmente perceptibles, para mantener el vehículo dentro de la trayectoria.

En cualquier caso, la suspensión adaptativa M, de serie en este modelo, se encarga de mimar a los ocupantes, reduciendo a la mínima expresión los balanceos de la carrocería. Dispone de tres niveles de ajuste, todos ellos muy satisfactorios.
El control dinámico de la conducción Driving Dinamic Control te brinda la posibilidad de elegir el modo que mejor se ajuste a tu estado de ánimo o al estado del tráfico. Sin duda, más allá de las limitaciones de espacio o del número de plazas disponibles, el BMW Z4 es un vehículo que se puede utilizar a diario, más allá de que no te brinda la insonorización de una carrocería cerrada.
Lógicamente, la capota de tela deja pasar al interior más ruido del deseado y el centro de gravedad resulta más bajo de lo habitual, lo que hace que la sensación de comodidad, en tráfico urbano, no sea elevada. Pero es el peaje que tienes que pagar por disfrutar de un vehículo pasional.

Hablando de pagar, el precio de partida del BMW Z4 M40i 2020 es de 70.750 euros. Una cantidad respetable, es cierto. Sin embargo, si analizas con lupa todo lo que te llevas incluido de serie y lo comparas con rivales como el Porsche 718 Boxster S, esa cifra te puede parecer, incluso, asequible. De lo que estoy seguro es de que la tercera generación del BMW Z4 no te va a defraudar.
BMW Z4 M40i 2020