Como sucede con todo coche clásico que se precie, para valorar correctamente al SEAT 850 Coupé de esta prueba, hay que viajar en el tiempo. Concretamente, hasta la España de 1967, en la que el 600 era el superventas y referente de SEAT a la hora de poner sobre ruedas a un país en fase de reactivación.

Por eso mismo, podrás imaginar el impacto que produjo la presentación de este modelo, que se dejó ver en el salón de Barcelona de abril de 1967. ¡Un coupé de 2+2 plazas! No nos extraña que los jóvenes de la época empezaran a soñar con él...

De hecho, este modelo es considerado por muchos el SEAT más atractivo de la primera etapa de la marca. Y además, formó parte de una familia revolucionaria, la del 850, que fue la primera en ofrecer distintas carrocerías sobre el mismo vehículo y denominación, con el 850 berlina (y Especial), el Coupé y el posterior Sport Coupé.

Galería: Prueba SEAT 850 Coupé

En el caso de SEAT Históricos, guarda en su fabulosa colección el 850 de color azul que protagoniza esta prueba y que pudimos conducir coincidiendo con el II Classic Madrid Tour de Automobilia.

Un ejemplar del año 1968, con matrícula de Barcelona y dotado de un propulsor trasero longitudinal, con cuatro cilindros en línea, 843 cm3, y un carburador Weber 30 de doble cuerpo. Genera 47 CV a 6.200 rpm y entrega 60 Nm a 3.600 rpm, que se envían a las ruedas traseras mediante una caja de cambios manual de cuatro marchas.

En resumen, hablamos de un 'todo atrás' con el que hay que andar con cuidado en un día de lluvia como el que protagoniza nuestra jornada de pruebas. Porque si bien es cierto que no se trata de un superdeportivo, hablamos de un modelo sin ningún tipo de ayuda electrónica, que anuncia una velocidad máxima de 140 km/h. Que para el año 1968, no está nada mal... y que en pleno 2022 le permite mantener fácilmente ritmos de crucero en autovía, a velocidades legales como si tal cosa.

Obviamente, a su favor juega el hecho de que pese apenas 720 kilos, lo que unido a unas dimensiones compactas (3.608x1.500x1.300 mm) hace que sea un modelo bastante ágil. 

Respecto a las suspensiones, son independiente con ballesta transversal, amortiguadores y barra estabilizadora, en el eje delantero, e independiente con brazos oscilantes, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora, en el posterior. Por su parte, la dirección es 'resistida' (perdón por el chiste malo) de tornillo sinfín, mientras que los frenos son de disco en el eje delantero y de tambor en el trasero.

Prueba SEAT 850 Coupé

Lo que más te llama la atención del 850 Coupé, cuando vas a instalarte en un habitáculo de 2+2 plazas, es lo inclinados hacia atrás que van colocados los respaldos de los asientos de conductor y acompañante... y también, el poco espacio que hay detrás, tanto para las piernas como para la cabeza. Pero oye, es un coupé de verdad y, en el fondo, así debe ser.

Lo otro que llama la atención es lo cuidado y lujoso del habitáculo, que te hace imaginar que el coche acaba de salir de fábrica, ya sea por los perfectos acabados en madera del habitáculo, el estupendo volante de aro estrecho o la tapicería de cuero marrón claro que cubre los asientos y paneles de las puertas.

Prueba SEAT 850 Coupé

En marcha, conducir el 850 Coupé es una auténtica delicia, principalmente, por lo bien que se mueve su motor de gasolina y por lo preciso que resulta su cambio de cuatro marchas.

De hecho, me parece un coche excepcional para salir a disfrutar de tus tramos de carreteras de montaña favoritos, con una dirección bastante precisa (dentro de que tiene casi 54 años) y que transmite bastante, aunque es cierto que en algunos momentos el tren delantero tiene a 'flotar'.

Y así, sintiendo cada curva, cada aceleración, cada frenada, van pasando y pasando los kilómetros casi sin que te des cuenta. Una experiencia tan divertida como confortable, en la que los chicos de SEAT Históricos tienen una importancia capital.

Porque además de mantener los coches como si estuvieran nuevo, ponen todo el cariño del mundo en cada acción que preparan, haciéndote sentir el afortunado propietario de clásico en cuestión mientras dura la ruta. Y eso, cuando hablamos de un coche de museo, es una experiencia impagable.

SEAT 850 Coupé

Motor Gasolina, cuatro cilindros en línea, atmosférico, 843 cm³
Potencia 47 CV a 6.200 rpm
Par máximo 60 Nm a 3.600 rpm
Caja de cambios Manual, 4 velocidades
0-100 km/h N.D.
Velocidad máxima 140 km/h
Consumo N.D.
Tracción Trasera
Longitud 3,61 m
Anchura 1,50 m
Altura 1,30 m
Peso en vacío 740 kg
Número de asientos 4
Capacidad del maletero N.D.
Precio base 105.000 ptas (1967) / 631 euros