El norte de Finlandia es brutalmente frío en esta época del año. En concreto en Levi, una pequeña localidad de esquí, ubicada 150 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, las temperaturas normalmente están por debajo de los 10 grados bajo cero. En cualquier caso, no es el esquí lo que nos ha traído hasta este pueblo.
Escondidas entre los bosques de este paraíso invernal, están las instalaciones de conducción sobre hielo de Porsche, que con sus 300.000 m2 de superficie transitable, ejercen de improvisados circuitos. Y este brutal escenario, es el lugar ideal para buscar los límites del último modelo del fabricante: el Taycan 4S.
Cabe apuntar que el centro de experiencias sobre hielo de Porsche en Finlandia está abierto a cualquier cliente de la marca alemana. Cuenta con muchos de los lanzamientos más recientes de Porsche e incluye alojamiento completo, así como tres días de conducción sobre hielo con instructores... aunque es caro.
La experiencia más básica cuesta 3.300 euros, aunque no ponen límites a lo que quieras hacer. ¿Quieres poner de lado un 911 Carrera S en una pista de hielo ovalada? Puedes. ¿Prefieres recorrer una pista de nieve con un 718 Cayman? Porsche también te lo facilita.
Más sobre el Porsche Taycan
En nuestro caso, Porsche nos ha invitado a sus instalaciones finlandesas para jugar con su nuevo coche eléctrico. Nuestro curso, condensado en un día, incluye una parte de conducción en carretera con el Taycan 4S, así como un slalom helado, vueltas sobre un ocho de hielo y drifting de lo más descarado en una pista de hielo circular. Bueno, y también chocolate caliente en grandes cantidades.
Potencia eléctrica
Pero antes de nada, Porsche destaca la capacidad de la batería del Taycan 4S para mantener su nivel de carga en climas tan fríos como este. La autonomía homologada en ciclo WLTP es de hasta 463 kilómetros con una sola carga para el Taycan 4S Performance Plus, mientras que la versión de acceso, o Performance, se conforma con 407 kilómetros.
Porsche asegura que los mejores resultados de recarga se obtienen entre 25 y 35 ºC. En dichas condiciones, el Taycan 4S puede recargar del 5 al 80% en apenas 22,5 minutos, a través de un cargador rápido de 270 kW. Las gélidas temperaturas de Finlandia no son precisamente ideales para el proceso de carga, lógicamente, y en muchos casos la merma es importante. No obstante, los ingenieros de Porsche tuvieron este factor en cuenta, sobre todo, considerando el apetito de los países nórdicos por los coches eléctricos.
El Taycan mitiga el frío extremo de diversas maneras. La primera es un sistema de preacondicionamiento térmico que utiliza el calor residual de los componentes de alto voltaje de refrigeración líquida para calentar la batería antes de una recarga. En otras circunstancias, el Taycan sabe cuándo necesita cargar y envía más calor a la batería durante la conducción. Tesla utiliza en sus coches una solución similar de calentamiento de la batería durante la marcha.
Pero Porsche también calienta la batería de forma activa durante la carga, y no solo durante la conducción. Un sistema de bomba de calor opcional también aprovecha el calor residual de los motores y la batería para calentar el habitáculo. Es un avanzado sistema que, según los ingenieros de Porsche, favorece una "muy pequeña" pérdida de autonomía incluso con estas bajas temperaturas.
No obstante, durante nuestra ruta, de alrededor de 145 kilómetros, sí notamos una ligera pérdida. Salimos de nuestro hotel en el centro de Levi y el Taycan 4S marca una carga del 85% en el cuadro de instrumentos. El coche nos indica que la batería habrá bajado hasta el 48% cuando lleguemos a nuestro destino pero, al llegar, el indicador marca una carga restante del 42%. Este poco científico método tampoco revela demasiados detalles sobre la autonomía en un uso normal.
Bailando sobre hielo
Situadas todavía más al norte del Círculo Polar Ártico que el pueblo de Levi, y ocultas entre un bosque de pinos y montones de nieve, encontramos las no tan secretas instalaciones de conducción sobre hielo de Porsche, que como hemos dicho constan de una pista circular de hielo, circuitos en forma de ocho, un anillo helado y alguna otra cosa.
Tras una ruta de dos horas por carretera, nos enfrentamos con el Taycan 4S a prácticamente todas las pruebas disponibles, empezando por el slalom. Si te lo tomas con calma durante los primeros conos, el Taycan muestra un agarre tremendo. Es difícil descolocar la trasera, aunque nuestro instructor nos anima a hacerlo.
Para descolocar el Taycan hay que forzarlo con empeño y desconectar los controles electrónicos, ya que no vale simplemente con poner el modo Sport Plus. Sigue siendo gobernable, pero la adherencia con estos neumáticos Goodyear de diseño específico (aunque sin clavos), así como el hecho de equipar el eje trasero direccional del paquete Performance Plus, se traduce en muy poca teatralidad. Al menos, en este ejercicio.
El Taycan nos muestra que puede ser un poco más salvaje en el circuito helado con forma de ocho. A medida que el coche va levantando nieve del circuito con cada vuelta, destapando el hielo de debajo, el agarre se reduce y hay mucho subviraje.
Llegamos con mucho cuidado a la primera curva cerrada, y el instructor nos dice que lo que deberíamos hacer es descolocarlo y acelerar con más ganas. Hacer esto resulta en un derrape más controlado, manteniendo una velocidad decente. Aunque aporte poco, hay que decir que el coche luce fantástico derrapando de costado y levantando un montón de nieve por detrás.
Para descolocar el Taycan hay que forzarlo con empeño, pero no vale con poner el modo Sport Plus, hay que desconectar totalmente los controles electrónicos.
El instructor de Porsche ahora pone a prueba nuestras habilidades de derrapaje sobre nieve en el ejercicio más exigente del día: lo llamamos el anillo helado. Este liso y perfecto círculo de hielo está prácticamente diseñado para derrapar. Derrape controlado, eso sí. Un movimiento en falso y dejarás el Porsche atascado en un banco de nieve, como haríamos nosotros un poco más adelante.
La clave es "mantener el acelerador pisado", nos grita el instructor a través del walkie-talkie del coche. Una vez superas el miedo inicial a salirte y atascarte en la profunda nieve, el Taycan 4S se mueve de lado sobre la superficie helada con mucha elegancia.
El velocímetro marca 150 kilómetros por hora, aunque estamos casi completamente de lado, moviéndonos lateralmente a una velocidad bastante más lenta. El instantáneo par motor del Taycan mueve el coche en paralelo al anillo en un derrape sobre hielo casi perfecto, algo que nos resulta mucho más difícil en coches con motor de gasolina como el Kia Stinger GT, por ejemplo.
Hacen falta muchas vueltas para perfeccionar el drift sobre hielo, o al menos para acercarse a la perfección. Pero una vez que lo dominas, el Taycan 4S ofrece sensaciones que muy pocos otros coches son capaces de ofrecer. Concretamente, coches con un motor de gasolina bajo el capó. El par instantáneo, el impresionante control de la carrocería y una dirección perfecta hacen del Taycan 4S el coche perfecto para bailar elegantemente en este paraíso invernal.