Puede que sea un asunto espinoso para los aficionados más acérrimos de Opel, pero la pertenencia al Grupo PSA le está sentando de maravilla a la marca alemana. Una nueva muestra es el Corsa 2020, la sexta generación del utilitario, que nos ha convencido en la primera prueba.
Hablar de este modelo es hacerlo de la planta zaragozana de Figueruelas, donde se lleva fabricando desde su nacimiento, allá por el año 1982. Es, sin duda, un motivo de orgullo, pero más aún cuando esta nueva entrega se produce en el centro aragonés de forma exclusiva para todo el mundo, exportándose a más de 60 países.
Galería: Opel Corsa 2020, primera prueba
Dejando a un lado este apunte 'patriota', el coche es realmente completo y viene cargado de argumentos para convertirse en un superventas dentro del mercado español. El primero es la adopción de la plataforma CMP del Grupo PSA, la más avanzada de la multinacional francesa para sus modelos compactos.
Es la misma base que la de los Peugeot 208 y 2008, así como del SUV Premium DS 3 CROSSBACK, y permite reducir el peso del conjunto un 10% (hasta 108 kilos), respecto al anterior Corsa. En esta 'dieta' también han entrado en juego los motores, la carrocería, el capó de aluminio y todos los asientos.
También habla muy bien del vehículo el coeficiente aerodinámico (Cx), cifrado en 0,29, al igual que la adopción de equipamiento impropio del segmento B. Me refiero a la iluminación matricial IntelliLux LED, a los asientos con función masaje, al techo panorámico (por fuera, crea la sensación de estar ante un coche bicolor) y al sistema de conducción semiautónoma Opel Drive Assist.
Estas pinceladas de lujo entran opcionalmente en un conjunto que, por cotas exteriores, no ha experimentado grandes cambios. Al fin y al cabo, los 4,06 metros de longitud, 1,74 de anchura y 1,43 de altura, le hacen ser ligeramente más largo y bajo, y prácticamente igual de ancho que su predecesor.

Eso sí, el habitáculo está bien aprovechado, de tal forma que dos adultos de 1,75 metros caben sin estrecheces, uno detrás del otro. Como siempre, la plaza central solo está destinada a cortos desplazamientos. Por su parte, el maletero crece hasta los 309 litros, una cifra que, sin ser récord, resulta interesante.
Otro punto loable es la adopción de una pantalla de 10,0 pulgadas, como máximo, para el sistema de infoentretenimiento, compatible con los protocolos Android Auto y Apple CarPlay. La climatización se gobierna con mandos convencionales, algo que, personalmente, me agrada y, dentro de unos meses, se incorporará una instrumentación 100% digital a la gama.
Los amplios reglajes del volante y los asientos, situados en una posición 30 milímetros más baja que antes, son la mejor bienvenida a los conductores, sobre todo a los más altos. También, la buena visibilidad en todos los ángulos y el destacado dinamismo, del que luego hablaremos.

La percepción de calidad es correcta. Se emplean más materiales duros que acolchados, pero se encuentran bien ensamblados y ofrecen una imagen agradable a la vista. Por lo demás, el Opel Corsa 2019 ostenta una buena ergonomía, con los mandos dispuestos en lugares lógicos.
En materia mecánica, la gama muestra una gran dosis de raciocinio, al disponer de tres motores de gasolina, con 1,2 litros y tres cilindros, pertenecientes a la familia PureTech. El de acceso carece de turboalimentación y desarrolla 75 CV, mientras que los otros dos disponen de un turbocompresor y declaran 100 y 130 CV.
Aunque será minoritaria, también se incorpora una opción turbodiésel, con el propulsor 1.5D (BlueHDi) de 100 CV. Este motor, junto con el PureTech de 100 CV, trabaja con un cambio manual de seis velocidades, que es de cinco marchas en el caso de la versión con 75 CV.


Por último, el más potente recurre exclusivamente a una transmisión automática con convertidor de par, de ocho relaciones, opcional para el bloque de 100 CV. Ya en 2020, se iniciará la comercialización del Corsa-e, un modelo 100% eléctrico, con 136 CV, 337 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP y batería con 50 kWh.
Como puedes comprobar, tanto los bloques como la caja automática pertenecen a la 'última hornada' del Grupo PSA, lo que demuestra las altas miras de Opel con su nuevo modelo. Por cierto, los Corsa automáticos disponen del modo Sport, que cambia la gestión de la transmisión.


En el plano comercial, la gama se articula en torno a tres acabados. El de acceso se denomina Edition y, según las preferencias, deportivas o de tintes Premium, el cliente puede elegir también entre el GS Line y el Elegance.
En el caso de decantarse por el de estética 'racing', también cuenta con una suspensión más firme, para que el dinamismo case con la imagen más pasional del vehículo.

Durante nuestra jornada de pruebas, analizamos tres opciones mecánicas. La turbodiésel de 100 CV brinda un empuje más que suficiente para salir de la ciudad con solvencia y emplea desarrollos largos (en sexta velocidad, a 2.000 rpm, se viaja a 120 km/h) para optimizar el consumo. Desde luego, en recorridos interurbanos es muy fácil situarse por debajo de los 5,0 litros cada 100 kilómetros.
Por su parte, el bloque atmosférico de gasolina, con 75 CV, está más pensado para la ciudad y los alrededores, si bien no hay que forzarlo en exceso de vueltas para lograr una velocidad de crucero sin emplear mucho tiempo... siempre que el terreno sea favorable.
En cuanto a la mecánica turboalimentada de 130 CV, no nos ha sorprendido su grato rendimiento, ya que, en otros modelos del Grupo PSA, demuestra que, a pesar de su baja cilindrada y su arquitectura tricilíndrica, la adopción de un turbocompresor le convierte en un motor con una respuesta muy 'viva' al pedal del acelerador.
Cuando dispongamos de alguna unidad de pruebas, hablaremos de los consumos con más solidez, si bien, para que te hagas una idea, con el de 75 CV logramos una media de 5,5 litros y con el de 130, alrededor de 6,2.

¿Y el dinamismo del Opel Corsa 2019? Muy satisfactorio. Con la suspensión estándar, el coche presenta una estabilidad lineal perfecta y realiza cambios de trayectoria con presteza, lo que le convierte en un coche divertido en curvas.
En ellas, la carrocería se sujeta bien, si tener que recurrir a unos neumáticos excesivamente anchos (205 milímetros en nuestra unidad) y, como complemento perfecto, absorbe con razonable comodidad las irregularidades.
Si añadimos una dirección eléctrica que proporciona una buena información del contacto con el suelo, obtenemos un utilitario que brinda una 'pisada' y unas sensaciones muy cercanas a las de un buen compacto.
Debido al viento característico en el trayecto entre Zaragoza y Tarazona, el interior parecía algo ruidoso, pero debemos probarlo en un día sin el que el dios Eolo haga de las suyas para sacar conclusiones más reales.

Tan solo me queda comentar los precios. La tarifa base, sin aplicar los descuentos, se inicia en 16.300 euros. Por el motor de gasolina de 100 CV, hay que desembolsar, como mínimo, 17.700 euros (seguro que merece la pena pagar esos 1.400 euros de diferencia).
En cuanto al bloque de 130 CV, solo se asocia al acabado GS Line y cuesta 22.300 euros. Por último, a aquellos que les interese el diésel de 100 CV, el coste da comienza en 21.400 euros. Atentos a las promociones, porque prometen ser jugosas.
Nosotros, por nuestra parte, observaremos con atención el 'top 10' de ventas durante los próximos meses, porque ahí puede instalarse, de forma permanente, este coche. ¿Apostamos?
Opel Corsa 1.5D Elegance