En la carrera cinematográfica de Steve McQueen, célebre por títulos como 'La gran evasión' o 'Los siete magníficos', un film como 'Bullitt' podría haber sido catalogado como una obra menor, si no hubiera sido por esos 10 minutos y 53 segundos que revolucionaron la historia del cine. 

Por supuesto, estamos hablando de la ya célebre persecución, en la que el actor y su Ford Mustang GT390 Fastback de 1968 eran los grandes protagonistas. Sin esa escena, jamás hubiéramos podido conducir la edición especial que hoy ponemos a prueba, el nuevo Ford Mustang Bullitt 2018.

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Ford Mustang Bullitt 2018, ¿cómo es?

El color exterior Highland Green es capaz de traer la esencia del personaje de McQueen hasta el nuevo Mustang Bullitt 2018, un deportivo que hemos probado en un San Francisco decididamente sombrío.

Eso sí, del mismo modo, debemos especificar que algunas de las características de diseño del Bullitt original se han perdido. Hablamos, por ejemplo, de la inclusión de unas llantas de aleación negras de 19 pulgadas, que tienen solo un vago parecido a las del antiguo GT390, pero también, del equipo de frenos. Si el teniente Frank Bullitt no necesitaba pinzas en color rojo, ¿por qué deberíamos tenerlas en el modelo moderno?

Primera prueba Ford Mustang Bullitt 2018

En un guiño al modelo original, se prescinde de las insignias exteriores de Ford, así como del legendario caballo purasangre, mientras que el logo Bullitt aparece en la zaga y el volante. Siguiendo en el interior, encuentras todo lo que esperas en un Mustang 'Premium', que se coloca como el tope de la gama.

Nos referimos a una instrumentación completamente digital, de 12,0 pulgadas, un sistema multimedia realmente completo y unos excelentes asientos Recaro. El conjunto se completa con la placa identificativa de la serie especial, el pomo de la palanca de cambios al estilo 'bola' de billar (Q-Ball) o las inserciones en aluminio pulido exclusivas. 

Primera prueba Ford Mustang Bullitt 2018

Ford Mustang Bullitt 2018, ¿cómo va?

Ford ha realizado algunos cambios certeros en el Bullitt, de cara a convertirlo en el Mustang más rápido y potente disponible (dejando a un lado los Shelby, claro). Para la ocasión, el motor atmosférico de gasolina 5.0 V8 alcanza los 480 CV de potencia (460 en Europa) y los 569 Nm de par máximo, que se envían directamente a las ruedas traseras. 

Sin embargo, hay algunos factores más que influyen positivamente en la experiencia de conducción. La suspensión adaptativa MagneRide, por poner un simple ejemplo, que debe equiparse como opción. Sin duda, su efecto en la dinámica es tan positivo, aumentando de forma significativa la sensación de agilidad del conjunto, que hasta el propio McQueen hubiera abandonado el Jaguar XKSS que usaba en el día a día (o tal vez no).

Mientras los frenos y la transmisión cumplen con solvencia, lo que enamora del vehículo es el rudo V8 que esconde bajo el capó. Un propulsor espectacular, principalmente, si lo mantienes por encima de las 6.000 rpm. Además, asegura unas prestaciones notables, cifradas en 262 km/h de velocidad punta y en un 0 a 100 de 3,8.

Y, aunque el Mustang convencional ya suena suficientemente bien, en el caso del Bullitt, la experiencia es aún mejor, ya que es más ruidoso y acompaña cada cambio de marcha con un atractivo petardeo. Algo que se consigue gracias al sistema de escape activo y a un nuevo colector de admisión, 87 milímetros más grande.

Primera prueba Ford Mustang Bullitt 2018

Una curiosidad: solo manual

Sobre el tema del cambio, Carl Wildmann, ingeniero jefe del Mustang, explicó que "la transmisión automática no se adapta al carácter del automóvil". Una decisión a priori acertada, que le quitará la idea de la cabeza a todos aquellos que solo comprarían el Bullitt por la combinación cromática o el aspecto del vehículo. Sin duda es un coche para puristas y, además, prescindir del clásico pomo del cambio supondría renunciar a parte de su esencia. 

Primera prueba Ford Mustang Bullitt 2018

Ford Mustang Bullitt 2018, ¿cuánto cuesta?

Respecto al precio a desembolsar por él, la cifra asciende hasta los 55.500 euros. Desde luego, no parece demasiado asequible, ya que supone una inversión extra de 8.150 euros, frente al Mustang GT con motor V8. Ahora bien, poder conducir un coche inspirado en el del teniente Frank Bullitt, sin lugar a dudas, no está pagado...