Estarás de acuerdo conmigo en que plantar cara a las berlinas Premium alemanas no resulta una tarea nada sencilla... salvo que tu producto sea realmente bueno. Alfa Romeo afronta este reto mayúsculo con el Giulia 2018, un vehículo digno de elogio, que hará replantearse a muchos la decisión tomada. En esta prueba, analizamos la versión turbodiésel 2.2 JTD de 180 CV, asociada al acabado intermedio Super. Una opción lógica para aquellos que deseen buenas prestaciones, consumos ajustados y un amplio equipamiento de serie.
Como sucede en toda la gama del fabricante italiano, la parte estética brilla sobremanera. Pocos pueden decir que el coche carece de atractivo, pues mezcla elegancia y deportividad de forma ejemplar, sin acudir a líneas muy marcadas ni a soluciones estridentes. Todo, con unas dimensiones muy equilibradas: 4,64 metros de longitud, 1,86 de anchura y 1,43 de altura. En el habitáculo, también se respira un ambiente de alta calidad, con aderezos de tipo 'racing', altamente seductores.
Además de provocar la atención por las calles, el Alfa Romeo Giulia 2018 2.2 JTD Super es capaz de convencer a cualquiera por su dinamismo de conducción. Aunque hay que acostumbrarse a una dirección muy directa, con el paso de los kilómetros, el goce, mientras se superan curvas de toda índole y condición, aflora y permanece. Desde luego, el modelo transalpino, de propulsión trasera, muestra una agilidad y un aplomo sensacionales, de tal forma que hasta los kilómetros más tediosos pueden convertirse en divertidos en un santiamén, sin apenas merma del confort.
En este apartado, el gran aliado para el conductor se encuentra en el control dinámico de la conducción Alfa DNA y, concretamente, en el programa Dynamic. Con él, el Giulia saca toda su fiereza, a través de un empuje sobresaliente a cualquier régimen de giro. No obstante, si queremos una conducción tranquila u otra ecológica, se pueden escoger otros dos modos: Natural y Advanced Efficiency.


Contundencia mecánica
En pleno apogeo de los motores de gasolina, Alfa Romeo propone un interesante bloque turbodiésel JTD de cilindrada moderada, 2,2 litros. Disponible con diferentes niveles de potencia, la variante de 180 CV responde de forma enérgica desde muy cerca del ralentí y transforma el empuje en prestaciones muy destacadas: acelera de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 230 km/h. Eso sí, este bloque de gasóleo no puede catalogarse como un dechado de suavidad.
Como podrás suponer, los 4,2 litros cada 100 kilómetros que homologa la mecánica están lejos de la realidad. No obstante, el consumo puede situarse sin dificultad en el entorno de los 6,0 litros.
Además de gastos muy racionales, hay que sumar el funcionamiento suave y efectivo del cambio automático con convertidor de par, de ocho velocidades, que nada tiene que envidiar a otro con arquitectura de doble embrague.


Espacio correcto
Por espacio, el Alfa Romeo Giulia 2018 2.2 JTD Super está claramente pensado para cuatro personas, dado que el voluminoso túnel de transmisión merma el confort de la plaza central. En el puesto de conducción, se viaja con las piernas estiradas y en una posición baja, muy al gusto del cliente deportivo, que se acomodará a la perfección a las primeras de cambio.
Por su parte, el maletero ofrece un volumen de 480 litros, superior al de muchos de sus rivales directos. Ciertamente, la boca de carga no es muy amplia, pero solo supone un problema con objetos muy voluminosos. Por 350 euros extra, el asiento trasero se puede abatir, para ampliar el espacio destinado al equipaje.

¿Nos decantamos por él?
En cuanto al acabado Super, el intermedio de la gama, ofrece mucho más que el equipamiento imprescindible, como puedes ver al final del texto. Para completar la dotación, hay elementos extra dignos de tener en cuenta... aunque haya que pasar por caja. La tarifa oficial de esta unidad de pruebas, sin incluir ninguna opción, llega a 42.036 euros. Desde luego, es un desembolso perfectamente equiparable al de sus contrincantes de Audi, BMW y Mercedes-Benz, un riesgo que está dispuesto a asumir el fabricante transalpino.
¿Merece la pena abonar esa cantidad? Esa decisión queda a título personal. Lo que está claro es que existe vida más allá de los vehículos alemanes, sin tener que renunciar a casi ninguna virtud. El Stelvio también lo demuestra...
Equipamiento de serie: tapicería acabada en tela y cuero, llantas de aleación de 17 pulgadas, doble salida de escape, navegador, sistema Alfa Connect con pantalla a color de 6,5 pulgadas, faros delanteros bixenón, climatizador automático bizona, control dinámico de la conducción Alfa DNA, volante de cuero multifunción con botón de arranque y levas para el cambio, sensores de lluvia e iluminación, asistente de frenada de emergencia automática con detección de peatones, sistema de alerta por cambio involuntario de carril, sensores traseros de aparcamiento y control de velocidad de crucero.
Opciones: Llantas de aleación de 18 pulgadas (925 euros), techo panorámico con apertura eléctrica (1.700 euros), asiento trasero abatible asimétricamente (350 euros), retrovisores plegables eléctricamente (350 euros) e instrumentación con pantalla TFT de 7,0 pulgadas (200 euros).
Alfa Romeo Giulia 2.2 JTD Super