Pudimos verlo en persona durante el salón de Frankfurt 2017. Sin embargo, ahora puedes contemplarlo junto al mar, en la isla francesa de Córcega, y más en particular, en la región de Ajaccio. Un escenario ideal para comprobar, de primera mano, las virtudes del nuevo Citroën C3 Aircross 2018.
Citroën C3 Aircross 2018, rival de los Peugeot 2008 y Renault Captur
El sucesor natural del Citroën C3 Picasso, que estuvo a la venta entre los años 2008 y 2017, ha dejado paso al impetuoso e imparable avance de los todocaminos, especialmente en el segmento urbano.
Curiosamente, Citroën se ha tomado su tiempo para desarrollar su modelo para este nicho de mercado, dominado con claridad por rivales como el Peugeot 2008 y el Renault Captur.

La llegada del C3 Aircross, por tanto, es importante para la firma francesa, puesto que debería ayudarles con un elevado número de ventas, amén de contribuir a la renovación estética de la gama de producto de la firma de los chevrones. Así las cosas, no hace falta ser un especialista en automóviles para constatar que el Citroën C3 Aircross es una versión reforzada del utilitario de la marca, el Citroën C3.
La línea exterior sigue siendo muy parecida a la del C3, pero el Aircross luce una imagen reforzada y de mayores proporciones. De hecho, es 16 centímetros más largo, alcanzando los 4,15 metros. Además, en la parte frontal descubrimos unos grupos ópticos más estilizados, junto a una parrilla y unos faros antiniebla de mayor tamaño, que refuerzan el aspecto robusto del nuevo modelo francés.
Asimismo, con 1,64 metros, el Citroën C3 Aircross es más alto que el Citroën C3 (1,47 metros) y añade elementos estéticos específicos, como los pasos de rueda sobredimensionados, con protecciones en material plástico, los neumáticos mixtos en las versiones con el control de tracción ampliado Grip Control, las barras longitudinales de techo y una atractiva decoración sobre el pilar que se ubica junto a las ventanillas traseras.
Un interior bien cuidado
Aunque no es lo habitual, el interior del modelo francés demuestra unas líneas tan estudiadas como las del exterior. El todocamino francés ofrece ocho colores diferentes para vestir la carrocería, que se pueden combinar con cuatro tonos para el techo y cinco combinaciones más de interior. Las posibilidades de personalización son tan amplias que lo más probable es que veamos algunos Citroën C3 Aircross muy llamativos.
En el interior, destaca un salpicadero de línea moderna y refinada, donde el esfuerzo por personalizarlo también queda patente. En nuestra unidad de pruebas, lucen colores brillantes, con una combinación entre gris y naranja, francamente atractiva. Mención aparte debe recibir el tejido presente en el salpicadero.
Por su parte, los asientos se benefician de un respaldo ancho y un mullido muy confortable. La sujeción lateral de los mismos no es especialmente apreciable, aunque hicieron su función por las carreteras de Córcega que transitamos.

Un todocamino familiar
Citroën también se ha fijado en la modularidad y habitabilidad de su C3 Aircross. Los huecos portaobjetos son amplios y numerosos, mientras que el espacio para los pasajeros se ha optimizado. La distancia para las piernas de las plazas traseras obtiene una nota aceptable, sobre todo, por el fondo plano del suelo, que permite que un adulto ocupe la plaza central con cierta comodidad. Además, la banqueta se desliza longitudinalmente, de serie, en el acabado Shine, lo que permite ganar espacio extra en el maletero.
Primo del Peugeot 2008, el Citroën C3 Aircross ofrece un volumen de maletero similar, concretamente 410 litros. Sin embargo, el C3 Aircross se beneficia de una modularidad más avanzada. Asimismo, si plegamos el respaldo del acompañante, el volumen total puede alcanzar los 1.290 litros. Todo un récord para la categoría.
Un chasis moderno y confortable
Es hora de ponerse al volante, y para eso nada mejor que las carreteas reviradas de Córcega, que nos ayudan a comprender al detalle las cualidades y aspectos a mejorar del chasis. En este sentido, diremos que la nueva plataforma, moderna, desarrollada por el Grupo PSA y compartida con el Opel Crossland X, le permite destacar por el acertado equilibrio entre dinamismo y comodidad.
El eje delantero es preciso y junto a una dirección asistida bien calibrada, permite abordar las curvas con total confianza, incluso a ritmos elevados. El vehículo balancea muy poco y el tacto del pedal del freno es bastante directo y firme. Sin duda, un trabajo bien hecho por parte de Citroën. Sin embargo, las versiones que equipan el Grip Control, de serie incluyen neumáticos mixtos M+S, que aseguran menor apoyo lateral que unos convencionales, apareciendo cierta sensación de 'flaneo'.
¿Gasolina o diésel?
Para nuestra primera toma de contacto, al sur de Ajaccio, tuvimos la oportunidad de probar dos motores: el turbodiésel BlueHDi 120, con 120 CV de potencia y caja de cambios manual, y otro de gasolina turboalimentado, el PureTech 110, con 110 CV y transmisión automática EAT6.
El primero de ellos sigue siendo un poco áspero a bajas revoluciones con el motor frío, transmitiendo algunas vibraciones a los pedales. En términos de potencia, es suficiente para mover con agilidad el conjunto y está especialmente indicado para aquellos conductores que vayan a recorrer muchos kilómetros.
Más agradable, en líneas generales, resulta la mecánica de gasolina tricilíndrica. Emite un sonido agradable y muy pocas vibraciones. Las tres primeras marchas son enérgicas y se adaptan a la perfección con el espíritu del vehículo. No obstante, la cifra de par motor es inferior a la de la versión de ciclo diésel y eso se nota, sobre todo, en viajes por autopista a plena carga.
Respecto a los consumos, en nuestra ruta de prueba obtuvimos unos valores de 5,5 litros cada 100 kilómetros, en el caso del turbodiésel, y de 6,7 litros cada 100 kilómetros, en el gasolina con cambio automático.

No es un verdadero 4x4, pero...
No existe ninguna versión con tracción a las cuatro ruedas. Sin embargo, el cliente puede elegir, en opción, un control de tracción avanzado, denominado Grip Control, ideal para afrontar terrenos rotos o superficies de baja adherencia. Una tecnología que, combinada con los neumáticos mixtos M+S (barro y nieve), asegura unas cotas de tracción mejores de lo que cabría esperar.
Con una distancia libre al suelo de 17,5 centímetros, el Citroën C3 Aircross 2018 queda lejos de la consideración de todoterreno. Se puede permitir alguna licencia alejado del asfalto, pero sin muchas complicaciones. En esos casos, mejor optar por un rival como el Jeep Renegade, más caro, pero mejor preparado para estas circunstancias.

Conclusión
El equipamiento de serie del Citroën C3 Aircross 2018 es más que razonable, incluyendo control de velocidad de crucero con limitador, ordenador de a bordo, Bluetooth y puerto USB. Si necesitas una dotación más completa, deberás optar por el acabado Feel, que ya añade llantas de aleación, regulación eléctrica de los espejos exteriores, volante multifunción acabado en piel...
Nuestras unidades de prueba vestían el acabado Shine, complementado con opciones interesantes como el control de tracción avanzado Grip Control, el techo solar panorámico o el paquete Techno. En definitiva, tal y como nos había parecido al verlo en el reciente salón de Frankfurt, el Citroën C3 Aircross es un todocamino urbano atractivo, modular y espacioso. Lo que sin duda, le permitirá entrar en el segmento sin ningún complejo.
Citroën C3 Aircross PureTech 110 EAT6 Shine