La Monterey Car Week de este año marca un momento significativo y muy emotivo para la división estadounidense de Audi, ya que se despide del icónico R8 durante la Reunión Rolex Monterey Motorsports en Laguna Seca, que da comienzo mañana, 16 de agosto.

Con 17 años de historia, el superdeportivo alemán está listo para dar sus últimas vueltas en la famosa pista norteamericana, conducido por el nueve veces ganador de Le Mans, Tom Kristensen.

Cada R8 presente en la cita lucirá diferentes decoraciones creadas por Frank Lamberty, el diseñador de la primera generación del vehículo. La rotulación presenta un motivo dividido, que enmarca la transición de un automóvil de carretera a un vehículo de carreras de la división GT3.

También la gama e-tron

El escaparate de Audi en la Monterey Car Week no supone sólo una mirada nostálgica al pasado, sino también un vistazo al futuro, ya que se exhibirá la gama completa de modelos e-tron, incluidos los RS e-tron GT, Q4 Sportback e-tron, Q8 e-tron y Q8 Sportback e-tron.

Mientras Audi se despide del R8, también allana el camino para una nueva era de innovación, mostrando el compromiso de la compañía con la sostenibilidad y la movilidad eléctrica. La próxima entrada en la Fórmula 1 en 2026 enfatiza aún más este objetivo y promete traer un nuevo y emocionante capítulo al legado de carreras de Audi.

Todos aquellos que tengan la fortuna de acudir a la Monterey Car Week no deben perderse la despedida del R8. Sabemos que las prestaciones se mantendrán en próximas creaciones eléctricas de la marca, pero el glorioso sonido del motor V10 no se repetirá en el futuro. 

Te extrañaremos, R8

Cabe recordar que el R8 más potente, la opción performance, extrae 620 CV de ese bloque V10, que cubica 5,2 litros y carece de turboalimentación. Esta versión, con tracción total quattro (también hubo una serie especial de propulsión trasera), declara nada menos que 331 km/h de punta y una aceleración de 0 a 100 en sólo 3,1 segundos. 

Con la despedida de este coche, vamos avanzando cada vez más deprisa hacia la era electrificada. Estamos convencidos de que habrá eléctricos apasionantes (ya los hay, de hecho), pero echaremos de menos vehículos como el R8. ¡No te olvidaremos!