La electrificación se ha instalado definitivamente en el Valle del Motor. La prueba está en Maranello y Sant'Agata Bolognese, las cunas del Ferrari SF90 Stradale y el Lamborghini Revuelto, respectivamente, supercoches que flanquean los clásicos motores de combustión con unidades eléctricas para conseguir una potencia sin precedentes.
Ambos representan, de hecho, el 'non plus ultra' de la producción del Cavallino Rampante y del Toro, con caballería de hiperdeportivos. Ya hemos conducido el Ferrari SF90 Stradale, mientras que el Lamborghini Revuelto sólo se ha mostrado hasta ahora de forma estática. Esto, sin embargo, no nos impide comparar estilos y fichas técnicas.

Ferrari SF90 Stradale

Lamborghini Revuelto
Diseño
Que se trata de Ferrari y Lamborghini respectivamente queda claro a primera vista. De hecho, ambos mantienen el estilo típico de sus marcas: por un lado líneas más sinuosas y suaves para el SF90 Stradale, hijas del diseño firmado por Flavio Manzoni, y por otro el clásico juego de aristas de 'Lambo'. Un homenaje a los Lamborghini del pasado, Countach a la cabeza, creado por Mitja Borkert, responsable del centro de estilo de Sant'Agata.
Son diferentes en forma y también en tamaño: el Ferrari SF90 Stradale mide 4,71 metros de largo mientras que el Lamborghini Revuelto llega a los 4,94, con un peso de 1.570 kg el primero y 1.772 el segundo. Lo que les une es la ausencia de llamativos apéndices aerodinámicos que, quién sabe, podrían aparecer en futuras versiones aún más radicales.
Modelo | Longitud | Anchura | Altura | Batalla | Peso |
Ferrari SF90 Stradale | 4,71 m | 1,97 m | 1,18 m | 2,65 m | 1.570 kg |
Lamborghini Revuelto | 4,94 m | 2,0 m | 1,16 m | 2,77 m | 1.772 kg |

Interior
Si bien lo importante en este tipo de hipercoches es la mecánica, también hay que hablar del interior. El Ferrari SF90 tiene una disposición más minimalista, con una pantalla de 16 pulgadas situada frente al conductor, que incluye la instrumentación y el sistema multimedia.
Además, también hay otra pantalla bastante más pequeña para el pasajero, que muestra información de conducción. La tecnología moderna se combina además con ciertos guiños al pasado, como una referencia a la clásica rejilla de la caja de cambios manual de los Ferrari de antaño.

Ferrari SF90 Stradale
El interior del Lamborghini Revuelto, por su parte, representa una evolución natural de lo visto en el Aventador, con referencias a las líneas tensas de la carrocería y un diseño más limpio que en el anterior modelo V12.
La pantalla multimedia central está ahora dispuesta verticalmente e integrada en un salpicadero 'flotante', mientras que la instrumentación digital reposa sobre la columna de dirección y, frente al pasajero, también encontramos un pequeño display que muestra información sobre prestaciones y rendimiento.

Lamborghini Revuelto
Motores y prestaciones
Y aquí llegamos al 'quid' de la cuestión: los motores del Ferrari SF90 Stradale y del Lamborghini Revuelto. Aunque a estas alturas ya tenemos que hablar de unidades de potencia o sistemas de propulsión.
Porque, como sabes, ya no hay sólo motores térmicos. De hecho, hablamos de hipercoches enchufables, y junto a los motores de combustión hay propulsores eléctricos, para moverse en silencio durante unos cuantos kilómetros pero, sobre todo, para ofrecer unas prestaciones que jamás han sido tan elevadas.

El Ferrari SF90 Stradale apuesta por el V8 biturbo de 4,0 litros, que ya ofrece cifras de récord: 780 CV y 800 Nm de par a 6.000 rpm. Una unidad de 195 CV/litro, llevada al límite gracias a diversas modificaciones, como la inyección directa a 350 bar. El modelo está apoyado por tres motores eléctricos: dos en el eje delantero y uno entre el V8 y la caja de cambios de doble embrague y ocho velocidades.
La potencia combinada asciende a 1.001 CV y el modelo ofrece además la posibilidad de circular en modo 100% eléctrico durante 25 kilómetros, gracias a la batería de iones de litio de 8 kWh, montada en posición central para garantizar una distribución óptima del peso. Las cifras oficiales aseguran que la velocidad máxima es de 340 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h se produce en 2,5 segundos.

La disposición del Lamborghini Revuelto es muy similar, pero en el corazón del proyecto se encuentra un V12 atmosférico (siempre parte integrante del ADN de la marca) con 825 CV. Sin embargo, por primera vez, el 6.5 no está solo: de hecho, hay tres motores eléctricos que, como en el Ferrari, están dispuestos dos en cada rueda delantera y uno (de flujo radial) acoplado a la caja de cambios automática de doble embrague y ocho velocidades. Los alimenta una batería de 3,8 kWh situada en el túnel central, para una autonomía en modo eléctrico de 10 km.
Sumando todo lo que son capaces de hacer los cuatro motores se obtienen 1.015 CV, con la posibilidad de elegir cuánta potencia tener a disposición gracias a los diferentes modos de conducción. Cuando se despliega todo el potencial del tren motriz, el coche puede alcanzar velocidades superiores a 350 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos.


Modelo | Ferrari SF90 Stradale | Lamborghini Revuelto |
Motor térmico | 4.0 V8 biturbo | 6.5 V12 atmosférico |
Motores eléctricos | 3 | 3 |
Potencia combinada | 1.001 CV | 1.015 CV |
Transmisión | Automática de doble embrague, 8 velocidades | Automática de doble embrague, 8 velocidades |
Batería | 8 kWh | 3,5 kWh |
Autonomía eléctrica | 25 km | 10 km |
0-100 km/h | 2,5 segundos | 2,5 segundos |
0-200 km/h | 6,7 segundos | N/D |
Velocidad máxima | 340 km/h | > 350 km/h |
Precios
Tratándose de hiperdeportivos de más de 1.000 CV de potencia, con tecnología punta y un alto nivel de lujo, ¿cuánto crees que costarán? El Ferrari SF90 Stradale tiene un precio de partida de 430.000 euros, pero ya sabemos lo que pasa cuando quieres meter un coche así en tu garaje: pasas por el departamento de personalización (Tailor Made) y te das el capricho de elegir materiales y colores a medida. Y sí, la factura final se dispara.


Lo mismo ocurre cuando acudes a los hombres de Lamborghini Ad Personam, dedicados a satisfacer las ansias de personalización de los clientes, para dar a su Revuelto ese toque extra de estilo, cuyo precio parte de unos 500.000 euros.