La normativa Euro 7 de emisiones para automóviles, propuesta por la Comisión Europea y que entrará en vigor el 1 de julio de 2025, sigue causando debate. Acogida con frialdad por el sector de las cuatro ruedas debido a sus altas exigencias, ahora se encuentra en el punto de mira de Volkswagen.

Massimo Nordio, director de Volkswagen Italia, ha criticado esta regulación procedente de Bruselas, durante una audiencia en la Comisión de Políticas de la UE. La petición es clara: posponer la norma al menos un año y medio, de lo contrario también habrá problemas para los clientes.

No antes de 2026

Explica Nordio que "el problema no es la adaptación a la norma Euro 7, sino el calendario. Creemos que no es realista llegar a una oferta de productos conformes el 1 de julio de 2025. La entrada en vigor debería posponerse al menos hasta finales de 2026".

Massimo Nordio, director de Volkswagen Italia

Esta petición por parte de Volkswagen la realiza "una de las marcas que ha hecho una elección más clara sobre la movilidad eléctrica, para alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050", asegura Nordio. De hecho, el gigante alemán está "a favor del principio de hacer que los coches sean menos impactantes", pero cree que "hay que revisar las normas".

Precios en peligro

Correr demasiado deprisa crearía, según el directivo, un verdadero problema industrial: "Como no estamos preparados para cumplir las nuevas normas", prosigue, "tendremos que reducir la oferta, con el riesgo de recortes de producción. Por tanto, habrá un problema medioambiental y social".

Entonces serían los clientes quienes pagarían (literalmente): "Las actualizaciones para cumplir la norma Euro 7 supondrán un aumento del coste industrial y, por tanto, del coste de compra de varios miles de euros".

Y añadió: "Como consecuencia, las familias pospondrán la compra de coches nuevos, lo que ralentizará la renovación del parque automovilístico, notoriamente envejecido en algunos países del continente", concluye Nordio.

Veremos qué sucede finalmente, pero la verdad es que la situación está llegando a unos niveles bastante extremos, pues ahora mismo, los coches nuevos y usados son bastante más caros que antes de la pandemia. Si los precios siguen escalando, supondrá todo un lujo cambiar de automóvil en España.