Al parecer, cuando Charles Rolls, fundador junto Henry Royce de Rolls-Royce, condujo un Columbia 1900 (un coche eléctrico producido por una pequeña empresa estadounidense a principios del siglo pasado), quedó tan impresionado por la experiencia que exclamó: "El coche eléctrico es perfectamente silencioso y limpio. No hay olores ni vibraciones. Podría llegar a ser muy cómodo cuando se resuelva el problema de la recarga".
Que sea realidad o leyenda importa poco, lo importante es que, más de un siglo después de aquella frase, el coche eléctrico se está convirtiendo en una realidad y hasta Rolls-Royce entrará en el juego con el Spectre, el primer modelo que bajo el 'Espíritu del Éxtasis' no esconderá ningún monumental motor de gasolina.
Una revolución que se espera para finales de 2023 (el desarrollo está actualmente al 40%), cuando todo esté listo. Y también, cuando los prototipos iniciales hayan recorrido cada uno de los 2,5 millones de kilómetros previstos para las pruebas. Una distancia que, según los promedios actuales, un Rolls cubriría en unos 400 años.
Un coche eléctrico de lujo, en fase de pruebas
Kilómetros y kilómetros que han visto al Rolls-Royce Spectre recorrer largas carreteras nevadas en el norte de Europa, antes de trasladarse en esta ocasión al soleado sur de Francia, donde entre el Autódromo de Miramas y la Provenza, el Rolls eléctrico completará unos 600.000 km.


Desde el frío del Círculo Polar Ártico hasta las cálidas temperaturas de zonas marítimas, para exprimir al máximo cada elemento del coche y asegurarse de que es digno de representar a la marca ante el mundo.
Porque no importa lo que haya bajo el imponente capó, todo tiene que ser lo máximo. Como siempre ha sido en Goodwood y como siempre será, incluso después de la revolución eléctrica que, a partir de 2030, hará que cada nuevo Rolls-Royce esté impulsado por baterías.
Así que, para las pruebas del Spectre, los ingenieros han creado nuevas normas de ensayo, incluso más estrictas que las habituales, en parte para poder asegurar una experiencia de conducción similar a la de los Rolls con motor de combustión. El resultado, según la empresa, será un "Rolls-Royce de alta definición".

Primer Rolls-Royce eléctrico, igual de lujoso
El objetivo es ofrecer la clásica experiencia de 'alfombra mágica' típica de los Rolls, con un coeficiente aerodinámico Cx de solo 0,25 y capaz de filtrar cualquier aspereza del terreno, combinando elementos físicos como suspensiones, muelles, barras estabilizadoras, con elementos técnicos que permitan al coche adaptarse al terreno por el que se circula (el propio navegador, sin ir más lejos).
Todo ello, adaptado a la naturaleza eléctrica del Spectre, que está basado en una plataforma completamente nueva, no compartida con ningún modelo del Grupo BMW, y dotado de una mayor rigidez estructural, conseguida mediante la integración del paquete de baterías en el chasis.