Este año 2022, el fabricante alemán Mercedes-Benz celebra el 40 aniversario de un modelo muy importante de su historia reciente, el W201 o Mercedes-Benz 190. Y no, no es una errata: el famoso 'Baby Benz' cumple cuatro décadas de existencia, a pesar de que su diseño todavía resulta bastante vigente y no lo vemos como un auténtico clásico.
En cualquier caso, el modelo nació el 8 de diciembre de 1982, cuando Mercedes-Benz presentó la serie W201, que forma parte de la historia del Clase C, aunque esta familia de modelos lleva este nombre solo desde el año 1993. Echemos un vistazo a la historia del pequeño Benz.
El Mercedes-Benz 190, que nunca estuvo disponible en carrocería familiar, inició un capítulo completamente nuevo en la historia de la marca de Sttutgart, ya que la Serie W201, por entonces llamada la "clase compacta", sumó una cuarta gama de productos junto a las berlinas de lujo como el Clase S, las de gama media (posterior Clase E) y los deportivos SL.
La marca ya tenía planes de lanzar un Mercedes-Benz pequeño desde los años 50, pero el proyecto se retomó con más fuerza en 1973, cuando se decidió desarrollar un modelo por debajo del resto de productos de la casa, que posteriormente sería apodado 'Baby Benz'. El impulso para ello vino también de Norteamérica, donde había un gran interés por un modelo de este tipo, con el confort y la seguridad de todo un Mercedes-Benz.
A principios de los años 70, el proyecto de un Mercedes-Benz compacto recibió otro empujón inesperado, el 'Clean Air Act', legislación para el control de la contaminación atmosférica introducida bajo el mandato del presidente estadounidense Jimmy Carter, que fijaba el consumo de la flota de vehículos de cada fabricante que se ofrecía en Estados Unidos con la normativa Corporate Average Fuel Economy (CAFE). Para 1985, es de 27,5 millas por galón (8,5 litros cada 100 kilómetros).
Esto supuso un reto para muchas marcas de automóviles y también para Mercedes-Benz, ya que la gama de modelos que ofrecía en Estados Unidos, uno de los mercados de exportación más importantes para los de Stuttgart, se situaba en segmentos superiores y de altas prestaciones, por lo que el consumo de la flota era superior al citado límite.
Así pues, desde un mercado de exportación surge la presión para el desarrollo de nuevos modelos, más compactos, y por tanto también más eficientes y con un menor consumo de combustible, con el único fin de reducir el gasto medio de la gama.
En enero de 1974, el jefe de desarrollo Hans Scherenberg sentó las bases de ese Mercedes-Benz. Formuló: "Está claro que debe ser un típico Mercedes-Benz. Así que no podemos hacer demasiadas concesiones en términos de esencia de conducción, seguridad y las correspondientes características específicas de Mercedes-Benz".
El primer pliego de condiciones de la serie 201, que él firmó, estipulaba lo siguiente ya el 4 de febrero de 1974: "Este producto no está destinado a penetrar en los mercados de gama media, que Opel y Ford, por ejemplo, tienen desde hace años. Más bien, el Tipo 201 pretende diferenciarse conscientemente de aquellos por las características que espera el cliente bajo el símbolo de la marca en cuanto a calidad, seguridad y tradición de conducción".
Werner Breitschwerdt, sucesor de Scherenberg como jefe de desarrollo desde 1977, no cambia estos puntos, por convicción. Se trata de una tarea que casi se acerca a la cuadratura del círculo: los valores tradicionales de la marca Mercedes-Benz, como el confort, la seguridad, la durabilidad y la fiabilidad, hasta ahora perfectamente implementados en todas las generaciones en vehículos de mayor tamaño, deben trasladarse ahora a un vehículo compacto, sin restricciones. Como tarea de ingeniería integral, suponía un reto considerable.
Cuando los nuevos vehículos compactos de la serie 201 se presentaron a la prensa mundial en Sevilla, España, en noviembre de 1982, las expectativas de los periodistas eran enormes. Y no quedaron decepcionados.
La primera sorpresa llegó en el diseño. Bajo la dirección de Bruno Sacco, se crea un vehículo que combina a partes iguales independencia y legado familiar. Además, el compacto de Mercedes-Benz se caracteriza por un diseño moderno y sin florituras.
El W201 comienza a fabricarse en serie en Sindelfingen antes de que la producción se inicie también en la planta de Mercedes-Benz en Bremen. Las instalaciones de producción se ampliaron considerablemente para la nueva serie de modelos. Hasta hoy, la planta de Bremen es la principal fábrica del Clase C, que se convierte en el sucesor del W201 con la introducción de la serie 202 en 1993. Hasta agosto de 1993 se producen un total de 1.879.630 vehículos de la serie W201.
El W201, también conocido coloquialmente como '190' o 'Baby Benz', celebró su debut con dos tipos de motores de gasolina de cuatro cilindros: 190 es el nombre de la versión inicial de 90 CV, con carburador. El 190 E con inyección de gasolina producía 122 CV.
A partir de 1983, el 190 D (72 CV) pasó a ser conocido como el 'diésel susurrante' (para los estándares de la época). De 1986 en adelante, se ofreció el 190 D 2.5 Turbo de cinco cilindros (122 CV), así como el 190 E 2.6 de gasolina, con motor de seis cilindros y 166 CV (más tarde catalizado, con 160 CV), una vez los ingenieros superaron el reto de instalar el M103 en el vano motor del W201.
Con la tecnología de cuatro válvulas, el Mercedes 190 E 2.3-16 (185 CV) logra éxitos deportivos incluso antes de su presentación en otoño de 1983: tres prototipos establecen récords mundiales de larga distancia de 25.000 kilómetros, 25.000 millas y 50.000 kilómetros con velocidades medias de casi 250 km/h en el circuito de Nardò, en el sur de Italia.
El 190 E 2.3-16 también demostró su destreza deportiva en la inauguración del nuevo Nürburgring: 20 pilotos de carreras inauguraron el nuevo circuito, el 12 de mayo de 1984, con una carrera en este vehículo. El ganador fue el piloto de carreras brasileño Ayrton Senna, por entonces reconocido solamente entre los más aficionados de la época.
El modelo superior de la serie es posteriormente el 190 E 2.5-16 Evolution II (235 CV), con su enorme y característico alerón trasero. También constituye la base de los exitosos turismos de carreras que compiten en el DTM a partir de 1990.
Los triunfos de la marca de Stuttgart en el Campeonato Alemán de Turismos de los años 80 y 90 están estrechamente relacionados con el W201: de 1988 a 1993, los turismos de competición basados en este modelo de serie se inscribieron con éxito en el DTM con el apoyo de la fábrica.
Durante este período, Mercedes-Benz ganó dos campeonatos de fabricantes (1991 y 1992), y Klaus Ludwig se convirtió en campeón del DTM en 1992 con un 190 E 2.5-16 Evolution II. Además, hubo cuatro subcampeonatos y tres terceros puestos. Un coche legendario, sin duda.