En Reino Unido quieren convertir un Ferrari Testarossa en un coche eléctrico. ¿Sacrilegio o innovación? La idea procede del taller Electric Classic Cars, que se describe a sí mismo como "el mayor especialista en transformar coches clásicos en modelos de cero emisiones".

De hecho, la empresa se ha hecho un nombre en el pasado al crear Porsche 911, Range Rover y Mercedes-Benz SL 'a batería'. Ahora, el siguiente proyecto se centra en el famoso superdeportivo de Maranello de los años 80.

Cómo funciona la conversión

Según el taller, no todos los propietarios aprecian los clásicos con motor de combustión interna. Los costes de mantenimiento, las reparaciones, el elevado consumo de combustible y las restricciones de circulación en algunas ciudades son algunas de las quejas de los clientes que recurren a estas transformaciones.

Por este motivo, la empresa se ha especializado en la instalación de trenes motrices eléctricos en coches históricos, como el Testarossa que aparece en los dos vídeos adjuntos. En el primero, el fundador del taller, Richard Morgan, explica las primeras fases del proyecto, durante las cuales los diseñadores intentan averiguar qué tipo de motor eléctrico y de batería deben montar.

El objetivo de la empresa, de hecho, es mantener en lo posible el mismo peso y equilibrio que en el modelo original para no empeorar la dinámica de conducción.

Con el depósito lleno de gasolina, el Ferrari pesa 1.650 kilos en la báscula, mientras que sin el motor y todos los componentes asociados, esa cifra baja a 966. La diferencia de 684 kilos es el "peso objetivo" fijado por la empresa para la transformación.

Más ligero y rápido

En el segundo vídeo, Morgan habla de la fase operativa y de cómo el Ferrari se transformará en un coche eléctrico. La empresa utilizará un motor Tesla de 125 kilos en lugar del bloque original de 12 cilindros, más una batería de iones de litio colocada entre el suelo y el capó delantero para un total de 312 kilos, y otros componentes asociados. En total, la instalación supone 635 kilos.

En el taller inglés no se habla expresamente de prestaciones como la aceleración, la velocidad máxima y la autonomía, dejando el resto de la historia para futuros vídeos. Veremos, pues, cómo acaba la historia del 'TESLArossa'.

Sin embargo, otros proyectos de este tipo han mejorado considerablemente el rendimiento de los modelos originales. Por ejemplo, el Ford Mustang Fastback de 1966 desarrollado por British Charge tiene dos motores eléctricos en lugar del propulsor V8 para un total de 544 CV y un 0-100 km/h en 4,0 segundos.

Eso sí, hay que estar preparado para renunciar a la experiencia sonora que solo algunos coches del pasado pueden proporcionar. No todo pueden ser ventajas...