En el año 1993, el mítico Alfa Romeo 155 V6 TI arrancaba su andadura en el campeonato alemán de turismos o DTM (Deutsche Tourenwagen Meisterschaft), para terminar la temporada como líder de la general, con el piloto Nicola Larini en el primer puesto de la clasificación de pilotos.
Este éxito histórico para el Biscione se consiguió gracias a su preciosa berlina, convenientemente modificada para la competición, ya que escondía un motor V6 de 2,5 litros y 420 CV, asociado a un sistema de tracción a las cuatro ruedas.
Galería: Alfa Romeo 155 V6 TI a subasta
El misil italiano no fue capaz de repetir el éxito de su debut en los años siguientes, pero sin embargo se hizo un hueco en la historia de este campeonato, como uno de los coches de carreras más queridos de la marca italiana.
El próximo 2 de febrero, la casa de subastas RM Sotheby's pondrá a la venta un ejemplar de 1995 de este coche, con la emblemática decoración de la bebida alemana Jägermeister y un llamativo color naranja para la carrocería. Curiosamente, el pasado mes de mayo ya se subastó otro 155 V6 TI del DTM, aquel con decoración Martini.



El ejemplar en cuestión, un 155 V6 TI con número de chasis 005, fue entregado nuevo al equipo privado Euroteam, con sede en Milán, de cara a la temporada de 1995, en la que lo pilotaría Michael Bartels, antiguo piloto de F1 con el equipo Lotus. En su estreno, el modelo logró un sexto puesto en Avus y la pole en Helsinki, y más adelante una pole y victoria en Diepholz.
Desgraciadamente, los problemas electrónicos mermaron la fiabilidad del coche y este Alfa Romeo 155 V6 TI terminó la temporada en el décimo puesto de la clasificación general, aunque por delante del equipo oficial de Alfa Romeo, eso sí. En 1996, no obstante, el coche pasó a manos de J.A.S Motorsport, todavía con Bartels al volante, pero terminó la temporada 21º.



A partir de este momento, el coche se mantuvo sin actividad durante un largo periodo de tiempo, hasta que en 2003 fue comprado por Alpi Racing, para pasar a manos del coleccionista Piergiorgio Furlanetto en el año 2011, y finalmente a su actual dueño, en 2017.
Precisamente su propietario actual fue quien lo confió a los especialistas Fabrizio Pandolfi, Lindlmaier Motorsortechnik y Scuderia GT para que devolvieran tanto el motor como el chasis y la suspensión a su esplendor original, con una factura resultante de 170.000 euros. RM Sotheby's todavía no ha anunciado un precio estimado para la subasta, pero barato no resultará.