Aunque a lo largo de los años hemos visto una buena cantidad de extravagantes vehículos transformados, de vez en cuando seguimos descubriendo rarezas como esta, que nos confirman que prácticamente no hay límites para la imaginación.
Con tiempo libre y dinero de sobra, junto con mucha imaginación y determinación, se pueden conseguir grandes cosas, como fusionar un avión con un camión de reparto para crear una alocada autocaravana artesanal, llamada 'Fabulous Flamingo'.
La historia del vehículo es igual de curiosa y gracias al vídeo que puedes ver más abajo, conocerás los detalles del proyecto. Esta inusual fusión tomó parte del fuselaje de un avión de transporte militar Douglas R4D acoplado al chasis de un camión International DuraStar 4400.
La insólita combinación es obra de Gino Lucci, jubilado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, de Nashville (Michigan), que llevaba soñando con un artilugio así desde que tenía solo ocho años. Varias décadas después, se puso manos a la obra y transformó su sueño en realidad.
La aventura comenzó cuando uno de sus hijos encontró el fuselaje del avión en Rolla, Missouri, donde había estado abandonado durante muchos años. Originalmente, el avión estuvo en servicio en el cuerpo de Marines, destinado en Sudamérica, y posteriormente fue utilizado por la Administración Federal de Aviación (FAA) como avión de pruebas hace más de 30 años, antes de que fuera jubilado del servicio.
La familia Lucci lo compró a pesar de su mal estado y, junto con sus hijos, Gino fusionó el avión con el chasis de un camión de su propiedad en un proceso que describe como "ciencia de paletos".
El plan consistió en acercar el camión al Douglas R4D, que descansaba en un remolque de plataforma y Gino, junto con sus hijos, empezó a tomar medidas antes de cortar el fuselaje. Después de colocar varias veces el fuselaje en el chasis para ver qué más había que adaptar, finalmente lo consiguieron.
Esta autocaravana poco convencional tiene unas dimensiones casi absurdas. Con 3,81 metros de altura y la friolera de 11,6 metros de longitud, puedes imaginarte que conducirla por la carretera es todo un reto. El encargado de propulsar el conjunto es el motor original Navistar DT466 de 7,6 litros, que estaba disponible con potencias entre 210 y 300 CV.
El motor tiene mucho trabajo, teniendo en cuenta que debe mover nada menos que 7.771 kilogramos. Pero lo llamativo es que esta autocaravana puede alcanzar una velocidad máxima de 137 km/h, algo impensable a la vista de sus proporciones.
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También sabemos que el proyecto total costó 20.000 dólares (17.600 euros al cambio actual) y varias partes del fuselaje se reutilizaron como guardabarros delanteros del vehículo, mientras que los traseros son, en realidad, parte de los tanques del avión.
Asombrosamente, el dueño dice que si la autocaravana fuera media pulgada más ancha (1,2 cm), sería ilegal conducirla por la carretera. Los enormes retrovisores laterales proceden de una camioneta Ford de los años 70, mientras que las salidas de emergencia originales a ambos lados se han conservado del Douglas R4D.
El interior es muy parecido al de una autocaravana, con las comodidades habituales, pero se ha mantenido la temática de aviación instalando equipos de procedencia militar, así como un intercomunicador que funciona a pesar de ser de los años 40. Gino y su familia necesitaron cerca de un año para hacer que la autocaravana pudiera circular y dos más para solucionar todos los problemas.
Fuente: Barcroft Cars / YouTube