La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aprovechado esta mañana, durante su segundo discurso sobre el estado de la Unión Europea para hablar del sector del automóvil, además de sobre los avances en la vacunación y de la situación de Afganistán. 

Como es lógico, von der Leyen no podía dejar pasar la oportunidad de mencionar la crisis provocada por la escasez mundial de chips, que está afectando a diversas industrias, pero especialmente a la del automóvil. 

Para evitar que una situación similar se repita en el futuro, la presidenta ha prometido una nueva Ley Europea de Chips. El objetivo es crear "un ecosistema europeo de semiconductores que esté a la vanguardia, incluida la fabricación", para garantizar el suministro y desarrollar el mercado tecnológico de Europa.

De momento no se han desvelado muchos detalles al respecto, pero von der Leyen sí ha afirmado el propósito de "reunir nuestras capacidades de investigación, diseño y pruebas de primer nivel". Además, se insta a los Estados miembros a "coordinar las inversiones nacionales y de la UE a lo largo de toda la cadena de valor".

 

Lo que empuja al Viejo Continente a tomar medidas es la gran dependencia actual de los chips de última generación que se fabrican en Asia. Según la presidenta, hay que prestar atención a este asunto ya que "se trata de un asunto de soberanía tecnológica". 

Y es que los semiconductores están presentes en toda la tecnología que nos rodea, puesto que según la presidenta, "hacen que todo funcione".

Y no solo automóviles; también teléfonos móviles, ordenadores, aviones, trenes, fábricas de última generación... y todo lo que se te ocurra que requiera de una parte electrónica.

A continuación, la presidenta de la Comisión Europea prometió "coches más inteligentes y aviones más ecológicos", felicitando a Alemania por sus logros durante el primer semestre del año, en el que las matriculaciones de coches eléctricos superaron a las de modelos diésel.