El Bugatti Centodieci es el quinto vehículo nuevo más caro del mundo. Su precio se eleva hasta los 8 millones de euros y, por delante en la lista de precios del fabricante francés, solo tiene al La Voiture Noire, una pieza única valorada en 11 millones de euros.
El coche es un homenaje al EB110 de los años 90, y solo se han fabricado 10 unidades, todas ellas ya vendidas. El superdeportivo original era el sueño de Romano Artioli, y su sucesor se presentó hace un par de años, en el municipio de Campogalliano.
Galería: Bugatti Centodieci
El vehículo de serie limitada cuenta con un motor 8.0 W16 con cuatro turbos de 1.600 CV de potencia, basado en el del Bugatti Chiron, y puede pasar de 0 a 100 km/h en solo 2,6 segundos. Esta cifra impresiona, pero aún más lo hace su aceleración de 0 a 300 km/h, en 13,1 segundos, así como una velocidad punta limitada electrónicamente a 380 km/h.
Este rendimiento se alcanza, en gran parte, por la aerodinámica. Hablamos de un área muy importante, puesto que la resistencia al aire es brutal a tal velocidad y, para su estudio, las marcas introducen sus vehículos en los famosos túneles de viento.
El de Bugatti es muy especial. La estructura de la marca francesa posee una hélice de 8 metros de diámetro, alimentada por un motor de 9.298 CV de potencia (6.840 kW), para generar velocidades de viento constantes de 300 km/h.
Dado que la punta del Centodieci es de 380 km/h, el túnel de viento es vital para asegurar que el coche es estable a tal velocidad. Bugatti explica que "los ejes de transmisión se desacoplan antes de la prueba para evitar que el posible movimiento de las ruedas transfiera fuerzas al vehículo".
Después de ello, el coche se fija al suelo con cuatro pequeños pasadores en la parte inferior de la carrocería, variando la altura respecto al suelo según el plan de prueba establecido.
Durante la prueba del vídeo, los ingenieros de la firma de Molsheim realizaron modificaciones mínimas en la aerodinámica del Centodieci para medir los resultados y recopilar los datos necesarios para finalizar el diseño del hipercoche.
El flujo de aire para los frenos y el motor también se analiza. Todo, con el fin de asegurar que los principales elementos reciben la refrigeración necesaria sin perder rendimiento. A pesar de que solo existirán 10 ejemplares, los empleados de Bugatti están trabajando como si el vehículo se produjera de manera masiva.