Skoda es uno de los fabricantes con más historia en el mundo de la automoción, por lo que los relatos sobre la firma checa son casi inagotables. Uno de ellos es sobre el 110 Super Sport, un coche deportivo único presentado en el salón de Bruselas de 1972.

Con un peso de apenas 900 kilogramos, el vehículo con motor central y diseño angular presentaba seis luces delanteras y, nada más y nada menos, que dieciséis traseras.

Galería: Recreación del Skoda Vampire Mobile

Este vehículo estaba conformado por un bloque de 1,1 litros que ofrecía cerca de 70 CV de potencia, aunque poco después fue reemplazado por un motor de algo más de 100 CV.

Tomando como préstamo el bloque del coche de competición más potente de Skoda, el del 110 L Rallye, aumentó la velocidad máxima del 110 Super Sport de 180 km/h a los nada despreciables 211 km/h.

El plan original era instalar un motor OHC de 1,5 litros más grande que estaba en desarrollo en ese momento, sin embargo, debido a razones 'políticas', se descartó. Skoda deseaba realizar una producción limitada del 100 Super Sport, algo que tampoco sucedió por la situación de Checoslovaquia en la década de 1970.

Así pues, el prototipo pasó a protagonizar la película Ferat Vampire, un filme de 1981 en el que se modificó el automóvil para que se asemejara a un coche de vampiros. Según IMDB, la trama de la película era la siguiente: "El doctor Marek se sorprende cuando su amada enfermera Mima firma un contrato con el fabricante extranjero Ferat, con el fin de trabajar como piloto de rally para ellos. Un compañero médico le hace creer que la sangre humana se utiliza como combustible para su coche, pero, ¿realmente funciona?".

En color negro, el vehículo deportivo recibió unos faros rectangulares y diferentes luces traseras, heredadas del Skoda 120, que se encontraba en desarrollo en la época. También se instaló un alerón trasero más grande y unas llantas de tono dorado BBS de 15 pulgadas.

Se suponía que tendría la apariencia del Ferat Vampire RSR solo durante el rodaje, pero la firma checa decidió mantener el siniestro aspecto oscuro, ya que resultó ser bastante popular.

Utilizando un 'fast forward' hasta agosto de 2021, como sucede en el cine, el coche ha recibido un lavado de cara. Como parte de la serie Icons Get a Makeover de Skoda, se ha renderizado el vehículo gracias al trabajo del diseñador francés Baptiste de Brugiere, empleado de la propia marca.

Esta recreación llega en el momento adecuado, pues el prototipo celebrará su 40º aniversario desde que protagonizó el largometraje. Una de las razones por las que el diseñador se involucró en el proyecto, además de que le gustaba el coche, tiene que ver con que Skoda es socio oficial del evento Comic-Con, programado para el mes de octubre en Praga.