Un pedazo de historia automovilística italiana sale a subasta. El Alfa Romeo Tipo C 8C de 1935 es uno de los platos fuertes del evento que celebrará la casa RM Sotheby’s en Monterey (California) el día 13 de agosto de 2021.
Esta subasta se celebrará poco después del Concurso de Elegancia de Pebble Beach (conocido oficialmente como Pebble Beach Concours d'Elegance), donde diversos coches desfilan delante del público y el jurado antes de ser expuestos. La primera edición fue el 5 de noviembre de 1950 y se celebra anualmente el tercer domingo de agosto, desde 1997.
Galería: Alfa Romeo Tipo C 8C 35 a subasta
La historia de este Alfa Romeo lo hace único en el mundo, por lo que decenas de coleccionistas y entusiastas de los vehículos de carreras lo desean. El Tipo C fue el heredero del Tipo B conducido por Tazio Nuvolari hasta el Gran Premio de Alemania de 1935.
En aquella prueba en Nürburgring, el italiano venció tras 22 giros y más de 4 horas de pilotaje, pero la firma de Turín se dio cuenta de que necesitaban algo más para desafiar a los cada vez más fuertes Mercedes-Benz y Auto Union.
Por ello, Vittorio Jano comenzó a trabajar en el diseño de un nuevo monoplaza, el Tipo C, que presentaba, en un inicio, un motor de 3,8 litros sobrealimentado, alojado en la parte trasera del vehículo que proporcionaba más potencia.

Apodado como 8C 35, se estrenó en Monza, en el Gran Premio de Italia, el 8 de septiembre de la misma campaña. En aquella prueba de 73 vueltas, René Dreyfus y el propio Tazio Nuvolari quedaron segundos, a casi dos minutos del vencedor, Hans Stuck y su Auto Union B.

Dejando atrás la historia dentro de las carreras del Tipo C, Peter Giddings, un apasionado de Alfa Romeo, adquirió el chasis número 50013 del 8C en 1996, después de que otro coleccionista lo encontrara en Argentina.
El motor, sin embargo, es del modelo 50012, aunque poco importa cuando se trata de una mecánica que propulsó al Alfa Romeo en siete ocasiones distintas en las legendarias 500 Millas de Indianápolis (1937-1941, 1946 y 1947), logrando dos séptimas plazas como mejor resultado.

El chasis tenía rastros de accidentes y varios intentos de reconstrucción, pero no fue restaurado completamente hasta que su nuevo propietario se encomendó en los especialistas neozelandeses de Auto Restorations.
Tras mucho trabajo y tiempo de búsqueda de los repuestos, el taller pudo terminar el vehículo, y en 2002 volvió a una competición de coches históricos. Desde esa fecha, ha podido participar en más de 50 pruebas, terminando casi todas las veces en el podio.

Comprobado lo especial de este monoplaza, RM Sotheby’s estima su precio entre 3 y 4,5 millones de dólares (entre 2,5 y 3,8 millones de euros al cambio actual). Así pues, es una de las maravillas de la subasta de Monterey.
Fuente: RM Sotheby's