Hasta el próximo día 5 de septiembre, el 'Museo Nazionale dell'Automobile' de Turín, en Italia, contará con la exposición '¡Qué coche!', centrada en el clásico Fiat 127, que este año celebra su 50 aniversario. Esta muestra, además, rinde homenaje a su diseñador, Pio Manzoni, apodado Manzu.
Igual de rompedor que el Fiat 127 fue este prototipo de Manzu, el Fiat City Taxi basado en el Fiat 850, que forma parte de la colección de vehículos clásicos e históricos de la marca, y en su día fue un vistazo al futuro en el ámbito de los taxis urbanos por parte de la compañía.
Galería: Fiat 850 City Taxi (1968)
El prototipo se presentó originalmente en el salón de Turín de 1968, pero nunca llegó a hacerse realidad. Aun así, muchas de las innovadoras soluciones del modelo, desarrolladas por el Centro Stile Fiat, sí fueron adoptadas posteriormente en modelos de producción. Sus líneas, sobre todo las del capó trasero, las retomó en 1972 el Fiat 126.
Por entonces, las calles de Italia estaban repletas de taxis basados en el ingenioso Fiat 600 Multipla, creado por Dante Giacosa en 1956, pero tras el lanzamiento del Fiat 850, la marca se propuso desarrollar una versión específica para el transporte público, que sustituyera precisamente al ya obsoleto 600 Multipla.

El proyecto comenzó con la mecánica del Fiat 850, en su versión 'Idromatic', con una caja de cambios semiautomática con convertidor de par, que no era una transmisión automática como tal, sino un sistema sin pedal de embrague que mantenía las cuatro velocidades del 850 Super. El diseño eran similar a los semiautomáticos del Porsche 911 o el Volkswagen Beetle.
El color naranja de la carrocería pretendía facilitar su reconocimiento como un vehículo de transporte público, aunque en la época los taxis en Italia seguían siendo de color verde y negro. Llamaban aún más la atención las asimetrías del coche, que contaba con una puerta convencional en el lado izquierdo (para el conductor) y una puerta corredera eléctrica para los pasajeros, en el lado derecho.

Los asientos posteriores ofrecían espacio para tres pasajeros, a pesar de las compactas dimensiones del vehículo, y cuando se necesitaba espacio para una cuarta persona en viajes cortos, se podía utilizar un asiento auxiliar abatible junto al conductor, en el espacio dedicado al equipaje.
Los diferentes tamaños de las puertas también provocaron que las ventanillas laterales tuvieran dimensiones dispares. Los limpiaparabrisas, además, eran bastante más largos de lo habitual, ya que habían de limpiar una luna más alta de lo normal, y además funcionaban de forma poco común, con una configuración distinta a la de otros Fiat de la época.

Fueron importantes las innovaciones de este prototipo en materia de seguridad, como la columna de dirección articulada (para proteger al conductor ante una colisión frontal), el salpicadero acolchado con material flexible o unos cinturones para asegurar el equipaje.
El City Taxi también gozaba de una radio para que el conductor pudiera comunicarse con su centro de control, con un micrófono instalado en el parasol, algo así como un precursor de los sistemas manos libres. En este sentido, el modelo también contaba con un televisor en el salpicadero, que podríamos relacionar con las actuales pantallas multimedia.
Fuente: FCA Heritage