El McLaren 720S GT3X toma el actual coche de carreras de la marca, la versión GT3, y tira por la borda todas las reglas que impone la competición, para crear la máquina definitiva de circuitos. Además, ahora hay espacio para que un pasajero comparta la diversión.

La clase GT3 tiene una normativa estricta que el modelo X no tiene que cumplir. Por ejemplo, el motor V8 biturbo de 4,0 litros ahora rinde 720 CV (750 cuando se activa el sistema push-to-pass), lo que supone algo más de 200 CV respecto al coche del que deriva.

Las mejoras mecánicas incluyen turbos y colectores más grandes, a lo que se suma un sistema de refrigeración optimizado. Cabe destacar que McLaren construye cada propulsor a mano e incluso diseña las culatas.

La carrocería cuenta con componentes aerodinámicos exclusivos y un enorme alerón trasero. Estos elementos pegan el GT3X a la pista y contribuyen a mejorar los tiempos por vuelta del modelo con respecto al GT3 estándar. La suspensión no se ha recalibrado, pero los frenos sí se han mejorado.

En el interior, la jaula antivuelco se ha rediseñado con el objetivo de generar un espacio suficiente para el asiento del pasajero, que es opcional. También hay que destacar el volante derivado de la competición y la fibra de carbono a la vista. 

La web específica de McLaren para el GT3X permite a los clientes registrar una reserva. Eso sí, no hay información sobre cuándo empiezan las entregas ni cuánto cuesta el vehículo. Como referencia, el GT3 estándar ronda los 500.000 euros, así que esta versión especial superará claramente esta cifra.

Dado que el GT3X no cumple con el reglamento de GT3, no podrás ver a este bólido en competición, ni tampoco puede homologarse para la carretera. Así las cosas, tan solo aparecerá en los 'track days' que se organicen en cualquier parte del mundo. 

Sin duda, este coche es un capricho de multimillonarios que quieren sentir el poderío de un vehículo que va mucho más allá de una versión de circuitos. ¿En qué pista lo exprimirías tú?