Siendo un coche icónico y con una apariencia muy particular, el clásico Shelby Cobra es un modelo que ha servido de inspiración a infinidad de compañías, y durante décadas son muchas las réplicas de este bestial deportivo que han ido apareciendo en el mercado.

Hoy os queremos enseñar una de estas 'copias', pero una muy particular, ya que luce una carrocería artesanal, hecha a mano, pero que en lugar de estar fabricada con aluminio, fibra de vidrio o fibra de carbono, utiliza un metal que, al menos en el mundo del automóvil, resulta bastante más exótico.

El modelo es obra de la empresa Kirkham Motorsports, con sede en el estado de Utah, y la carrocería está hecha de bronce, que es una aleación de cobre y estaño. ¿El auténtico Shelby 'Cobre'? Perdón, ya podemos seguir.

Dicha carrocería de bronce está moldeada y pulida a mano, con un acabado tipo espejo, e incluso las habituales franjas decorativas del modelo se han conseguido utilizando métodos de pulido.

Shelby 427 S/C Cobra
Shelby 427 S/C Cobra
Shelby 427 S/C Cobra

No faltan tampoco elementos característicos del modelo, como la barra antivuelco tras el asiento del conductor, las salidas de escape laterales de acero inoxidable o las llamativas llantas Halibrand con gomas Goodyear Eagle, convenientemente marcadas.

La réplica en cuestión está inspirada en el Shelby 427 S/C Cobra de 1965, y lo mejor de todo es que sus entrañas, y sobre todo su motor, son originales, y el habitáculo luce un diseño totalmente de la época, con asientos de cuero y salpicadero forrado también en piel.

Shelby 427 S/C Cobra
Shelby 427 S/C Cobra
Shelby 427 S/C Cobra

Bajo el capó encontramos el enorme bloque 8,4 litros V8 (427 pulgadas cúbicas, de ahí el nombre de la versión) fabricado por Carroll Shelby Engine, con inyección Borla, que ofrece una potencia de alrededor de 660 CV y se combina con una caja de cambios manual de cinco velocidades.

La casa de subastas RM Sotheby's acaba de anunciar que pondrá a la venta este ejemplar, con número de chasis CSX 4600, actualmente ubicado en Nueva York, por un precio de 475.000 dólares; es decir, unos 395.000 euros al cambio actual.