Hasta ahora no tenía ningún sentido instalar radares en las curvas por una razón muy sencilla: la tecnología utilizada por los cinemómetros fijos solo permite que funcionen en una carretera recta.
Sin embargo, existen unos nuevos equipos, denominados autónomos o de obra, que son capaces de detectar infracciones de velocidad y, por supuesto, multar en todo tipo de giros.
Estos radares emplean el sistema láser LIDAR, que permite escanear la carretera en ambas direcciones, independiente de su forma (recta o curva). Se homologaron en julio de 2017 y, en Francia, ya se están desplegando por todo el territorio nacional, así que será cuestión de tiempo que lleguen también a España.
"Los radares autónomos podrán desplegarse en carreteras sinuosas, sobre todo de montaña, para incrementar la seguridad en curvas y zonas de difícil acceso", reza el comunicado de prensa de 2017.
Las asociaciones de usuarios de la carretera han alertado sobre el peligro de estos radares, pues al acercarse a uno, los conductores tienden a frenar y esa maniobra, en plena curva, podría generar muchos accidentes, tanto por alcance como por pérdida de control del vehículo.
En principio, la solución podría ser instalar estos cinemómetros justo antes o inmediatamente después de las curvas, para que los conductores las tomen a la velocidad adecuada sin que surja ningún peligro.
En Francia, ya se están viendo cinemómetros autónomos en los Vosgos, Nièvre y Saône-et-Loire. Estos radares pueden trasladarse fácilmente de un lugar a otro, ya que no son fijos, con lo cual nunca sabes dónde podrás encontrarte con uno.
En cuanto sepamos algo al respecto para nuestro país, os lo comentaremos. Estamos convencidos de que Pere Navarro los incorporará. Si no, al tiempo...
Fuente: Radars Auto, Sécurité Routière