No hay duda de que muchos 'petrolhead' se sienten insatisfechos con los coches del futuro (incluido yo mismo), pero cuando tus compañeros te comentan las brutales sensaciones que aporta el Porsche Taycan Turbo S, con 761 CV, debemos dejar un hueco para la esperanza.
El último vídeo de Nico Rosberg, campeón de la F1 en el año 2016, también confirma que este gran turismo eléctrico es, simplemente, alucinante. Además, el piloto alemán lo pudo corroborar en el circuito (moderno) de Nürburgring... y también en el mítico Nordschleife.
Antes de empezar, repasemos algunos números. Con tracción a las cuatro ruedas, fruto de dos motores, el modelo germano es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,8 segundos... y de llegar a 200 en únicamente 9,6.
Los 761 CV combinados se consiguen con un motor delantero de 258 CV y otro trasero de 503. El par máximo llega a nada menos que 1.050 Nm... disponible desde el momento en el que se arranca y acelera el coche.

Así las cosas, no nos extraña que Rosberg, a pesar de haber pilotado monoplazas de F1, quede realmente boquiabierto con la capacidad de aceleración del Taycan Turbo S. Pero, ¿qué pasa cuando este automóvil de casi 5,0 metros de longitud y 2,3 toneladas de peso tiene que abordar curvas?
En la grabación, tienes la respuesta. Incluso con el asfalto húmedo, Rosberg aseguró que la dinámica del vehículo es realmente sorprendente. Gracias al sistema de reparto selectivo del par y al eje trasero directriz, el coche 'oculta' sus dimensiones y su peso en los tramos revirados.
No lo dice cualquiera ni en cualquier sitio, porque para superar Nürburgring Nordschleife con el asfalto húmedo, hay que tener muy buenas 'manos'... y un excelente coche al que dirigir. Solo hay que ver los contravolantes que se marca el bueno de Rosberg muy pegado a los quitamiedos.
Por cierto, no te pierdas el 'bonus track': Rosberg drifteando con el Taycan, gracias a la desconexión de todas las ayudas a la conducción. Estamos convencidos de que este vídeo te va a encantar. Habrá que darle una oportunidad a la electrificación, ¿no crees?