La crisis sanitaria que llevamos padeciendo desde marzo no ha perdonado a ninguna empresa en el mundo. En mayor o menor medida, a todos nos ha afectado y hay que seguir siendo muy cautos en nuestras relaciones sociales para evitar una segunda oleada.
Para apoyar a las compañías en dificultades, algunos países, entre ellos Francia y Estados Unidos, han establecido préstamos respaldados por el gobierno. Generalmente, se están empleando para pagar a los empleados y mantener el negocio en marcha.
Decimos "generalmente", porque en Estados Unidos, un empresario de 29 años solicitó este dinero público y lo empleó... para un comprar un Lamborghini. El 'lumbreras' falsificó documentos para aumentar las nóminas de sus trabajadores y, de este modo, incrementar la ayuda estatal.
Según informa el diario Le Figaro, el hombre pidió siete préstamos por un valor superior a los 13 millones de dólares (más de 11 millones de euros) y le concedieron tres por alrededor de cuatro millones de dólares (3,38 millones de euros).
En cuanto recibió el dinero, David T. Hines lo gastó en hoteles de lujo de Miami, ropa, joyas, sitios de citas y un Lamborghini Huracán. Claro, cuando haces desembolsos de ese tipo en tan poco tiempo, lo normal es que las autoridades empiecen a investigar...
El resultado fue la confiscación del superdeportivo y la encarcelación de Hines, que salió de prisión bajo fianza de 100.000 dólares (84.700 euros), antes de ser puesto bajo arresto domiciliario.

Ahora, David T. Hines se enfrenta a 70 años de prisión, aunque según su abogado, es "un honesto hombre de negocios que, como millones de estadounidenses, sufrió económicamente durante la pandemia".
Si puedes creerlo, a David le va a tocar dar su explicación delante de un tribunal y, por mucho que intente ser creíble, lo lleva crudo para no acabar con sus huesos en la cárcel.
Fuente: Le Figaro