Bien haga frío en el exterior, o bien la temperatura sea extremadamente alta, en el habitáculo de un Bugatti el ambiente debe ser de lo más placentero. De conseguir esto se encarga Julia Lemke, doctorada en ingeniería, que es la responsable técnica de los sistemas de aire acondicionado del fabricante francés. Su trabajo, básicamente, es diseñar estos sistemas de climatización.

En realidad, el aire acondicionado es un elemento clave en cualquier automóvil, sobre todo en ciertos países donde es verdaderamente indispensable, pero en coches de lo más extremos, capaces de circular a más de 400 km/h, el diseño de estos sistemas de climatización interior resulta un poco más complejo.

Lemke, que lleva trabajando desde 2013 en la industria del automóvil, y cuatro años en Bugatti, se dedica a diseñar los sistemas de aire acondicionado de los Chiron y Chiron Pur Sport, entre otros, y uno de los principales retos es que cada persona tiene su propia sensación de temperatura, siendo necesario que el habitáculo alcance la temperatura deseada lo antes posible.

Tampoco puede haber corrientes de aire ni ruido, ya que el sistema debería trabajar en un segundo plano, sin que los ocupantes lo noten, pero consiguiendo la temperatura óptima de la cabina. Así pues, todo el trabajo de esta ingeniera busca refinar y optimizar el comportamiento de la climatización, de cara a que los ocupantes ni se percaten de su funcionamiento.

"Nuestros coches pueden ir muy rápido, así que para que el suministro de aire funcione bien incluso a la velocidad máxima del coche, tenemos que asegurarnos de que controlamos a la perfección el sistema de aire acondicionado", afirma Lemke, quien tiene la posibilidad de conducir estas bestias y comprobar, en diferentes climas, el rendimiento de la climatización.

En un coche convencional, el aire exterior entra al sistema de climatización a través de tomas de aire en la parte baja del parabrisas, pero en los Bugatti esto solo ocurre por debajo de 250 km/h, ya que a partir de dicha velocidad, se cambia a presión negativa, y un sofisticado sistema de control, con una toma 'ram air' y un ventilador, garantizan el flujo de aire en el habitáculo.

Bugatti y el desarrollo de su aire acondicionado

La inclinación del parabrisas del Chiron, por ejemplo, es de solo 21,5 grados (para permitir grandes velocidades), lo que aumenta la superficie acristalada hasta los 1,31 m2. Esto hace que el habitáculo del modelo se caliente bastante más, y todavía más si se equipa el techo opcional Sky View, por lo que el sistema de aire acondicionado ha de ser muy potente.

Según Lemke, el sistema de aire acondicionado de un Bugatti Chiron podría enfriar sin problema un apartamento de 80 metros cuadrados, ya que goza de un compresor con una capacidad de enfriamiento de hasta 10 kW, y dos condensadores de aire acondicionado. El sistema puede comprimir unos 3 kilos de líquido refrigerante por minuto.