Los videos de deportivos enfrentándose al circuito de Nürburgring siempre tienen su punto de emoción. No es la primera vez que vemos a un padre, con su hija de copiloto, enfrentarse al Infierno Verde. Tal vez le haríamos una recomendación al conductor y es que la próxima vez, además de todos los elementos de seguridad que se ven en el video, utilice también un par de cascos para ambos, pero solo como una sugerencia.
Lo que queda claro es que la niña, de cinco años de edad, disfruta de lo lindo junto a su papá y estamos seguros que la niña se conoce mejor, el trazado de Nürburgring que muchos pilotos profesionales. En esta ocasión, padre e hija conducen un Porsche 718 Cayman y, por sorpresa, se encuentran con un Carrera GT. Te puedes imaginar el resto...
El video en cuestión que estás viendo es obra de Robert Mitchell, que lo tiene colgado en su canal de YouTube. En el video, se pueden apreciar imágenes y varios enlaces a la empresa Apex-Neuburg.com. Esta empresa se dedica a impartir clases de pilotaje profesionales, así que sospechamos que esta niña está más segura a bordo del Cayman, que en algún que otro parque infantil con columpios oxidados de hace décadas.
A la vista de las imágenes, la copiloto infantil parece bastante tranquila, mientras papá intenta seguir el ritmo de un Porsche Carrera GT... ¡casi nada! Se supone que eso debería ser los más importante de este video por el Infierno Verde. Sin embargo, una vez que pulsas el play y escuchas la dulce voz de Analiese, lo importante es ver cómo disfruta ella junto a su padre.
A juzgar por la forma limpia y precisa que tiene de trazar el conductor, parece que el papá sabe perfectamente por donde está circulando (otro detalle es la moderación que demuestra en zonas clave del circuito).
Tampoco parece ser la primera vez en el Infierno Verde para la joven copiloto. De hecho, Analiese ha dado más de 250 vueltas alrededor de la pista, por lo que podemos escuchar cómo va identificando el nombre de algunas de las curvas más conocidas del Nordschleife.
Obviamente, la diferencia de prestaciones entre el Cayman y el Carrera GT es abrumadora. Incluso en el caso de que el coche del papá de Analiese fuera un Cayman GT4, que no lo es, tendría complicado seguir el ritmo, a fondo, del Carrera GT.
Sin embargo, al final, nada de eso importa. Lo relevante es constatar el feliz momento que viven, padre e hija, a bordo de su coche y disfrutando de un circuito de velocidad.
Fuente: Robert Mitchell via YouTube