Allá por el año 2017, en un almacén olvidado, se vivió una situación con la que soñamos casi todos los amantes de los coches: abrir una puerta de un granero o algo por el estilo... y encontrar un increíble clásico deportivo, abandonado a su suerte y ajeno al paso del tiempo.

En este caso, el Porsche 356 C no apareció en un granero o cobertizo, sino en un almacén, que viene a ser algo parecido, a efectos de 'arqueología' automovilística. El caso es que, tras 42 años oculto entre montones de neumáticos, los afortunados descubridores decidieron devolverle su vieja gloria.

Así las cosas, se lanzaron a un proceso de restauración que duró cerca de dos años. Aunque como puedes comprobar, en la galería de fotos del 356, el resultado es excepcional. Desde luego, parece que cada hora y euro gastados en él han estado bien invertidos...

Sin embargo, quien puede contar mejor los detalles es Claus Meirich, un aficionado alemán, enamorado de los motores refrigerados por aire, que adquirió este Porsche tan especial por 20.000 euros y se lanzó a dejarlo mejor que nuevo.

Sobre su origen, habla del anterior propietario, que era un comerciante de neumáticos de Essen, que lo compró de tercera mano, ya con 79.000 kilómetros en el marcador. Sin embargo, enfermó y, antes de las Navidades de 1975, el coche fue dado de baja. Así, quedó parado en un almacén y cayó en el olvido.

Ingeniero y mecánico especializado, a sus 67 años de edad, siente pasión por los modelos de Porsche desde hace más de tres décadas. De ahí que disponga de dos 'Nueveonce' clásicos, en perfecto estado... y que se lanzara a este gran reto.

Según informa Porsche, este peculiar 356 C, en Azul Esmalte 6403 e interior rojo, se matriculó en Múnich, el 11 de junio de 1964. Su primer dueño disfrutó de él, recorriendo 67.000 kilómetros en ocho años, antes de venderlo a un corredor de seguros en 1972.

Dos años después, el coche llegó a nuestro amigo de Essen, que hoy en día tiene 74 años. Él fue quien dio el aviso de donde estaba el coche guardado, a través del Club Porsche 911. Y ahí fue donde entró en juego Meirich.

Restauración Porsche 356 C

Como suele suceder con estos hallazgos, aparecieron cosas buenas... y algunas no tanto. El coche mantenía el motor y la transmisión originales, así como la gran mayoría de los componentes, lo que siempre es una gran noticia. Aun así, el óxido y los ratones, que suelen ser un problema habitual para asientos y partes 'blandas', habían hecho de las suyas.

En total, el gasto de la restauración alcanzó los 125.000 euros, de los que gran parte se destinaron a devolver el esplendor original de la carrocería y el propulsor de 75 CV de potencia. De hecho, no sin orgullo, Meirich afirma que se desmontó del primer al último tornillo del coche.

Con la ayuda de todo tipo de colaboradores especializados en el 356, el proyecto fue avanzando, hasta lucir tal y como lo hace en la actualidad. Desde luego, es para estar orgullosos: han hecho un gran trabajo.