A principios de la semana pasada, el fabricante sueco Koenigsegg desvelaba sus dos últimas novedades, el Gemera híbrido enchufable, con motor de tres cilindros y 1.700 CV de potencia, y el Jesko Absolut, una versión especial de su modelo ya existente, que según la propia firma es el coche más rápido que jamás fabricarán. El objetivo era superar la barrera de las 300 millas por hora (483 km/h).
No obstante, según ha declarado el propio Christian von Koenigsegg a la revista americana Road and Track, las pruebas de simulación han arrojado una velocidad máxima teórica para el Absolut de 531 km/h (330 mph), lo que le permitiría convertirse en el modelo más veloz del mundo.
¿Cómo? Gracias a su aerodinámico diseño, con un coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,278, y por supuesto a un motor 5.0 V8 de gasolina, biturbo, con una potencia de 1.298 CV en el caso de usar gasolina convencional, o bien 1.623 CV y 1.500 Nm de par motor máximo, si se utiliza bioetanol E85. Casi nada.
Si bien todavía no hay planes de conseguir dicha velocidad (o una cercana), Koenigsegg ha asegurado que podrían llevar a cabo el intento en los próximos doce meses, aunque por el momento no saben dónde podrían hacerlo. Y es que, como es lógico, para alcanzar semejante velocidad, el coche necesitará mucho espacio.

Una opción sería la pista de pruebas de Ehra-Lessien, en Alemania, que tiene una recta de casi 9 kilómetros de longitud, pero teniendo en cuenta que es propiedad del Grupo Volkswagen, no parece muy probable que faciliten las instalaciones para que la marca sueca bata a su Bugatti Chiron Super Sport 300+, que llegó a 490 km/h.
En principio, la sección de carretera del estado norteamericano de Nevada que se utilizó para lograr el récord de velocidad del Koenigsegg Agera RS, no es lo suficientemente lisa como para rodar a las velocidades que el Jesko Absolut sería capaz de lograr.

"Si haces números, teniendo en cuenta el área frontal, el coeficiente aerodinámico, la potencia, la relación del cambio, la curva de potencia y demás, las simulaciones dicen que 531 km/h, o algo así", afirma el propio Koenigsegg. "Por supuesto es una cifra teórica. Nosotros no tenemos la ambición de rodar tan rápido. El resultado dependerá de la localización, de la predisposición del piloto y de la capacidad del coche", concluye el sueco.
Por último, la marca tiene claro que los neumáticos no supondrán un problema, ya que las pruebas realizadas con el Agera RS arrojan que podrían aguantar sin problema al menos un minuto a 531 km/h. De hecho, Koenigsegg ha comentado que los ingenieros de Michelin que presenciaron dichas pruebas quedaron bastante sorprendidos por los resultados.
Fuente: Road and Track