El Bentley Flying Spur 2020, presentado el pasado verano, es el buque insignia del fabricante inglés, con permiso del Mulsanne, que se despide este año del mercado. Esta berlina de lujo, de 5,30 metros de largo, goza del interior más complejo de la historia de la marca británica, creado lógicamente de manera artesanal.
El opulento habitáculo del Flying Spur está fabricado utilizando 350 piezas individuales de cuero, para tapizar 60 componentes diferentes, utilizando más de tres kilómetros de hilo para las costuras. Además, en el proceso de creación de cada uno de los interiores participan 141 artesanos de Bentley, que necesitan formarse durante cinco meses para poder llevar a cabo su labor.
Los clientes de Bentley pueden elegir entre 14 tonalidades para el cuero, que a su vez se puede complementar con 23 colores para las costuras en contraste. Según la marca, todas las pieles utilizadas en este modelo, obtenidas de animales del norte de Europa, provienen de fuentes sostenibles, ya que se trata de un subproducto de la industria cárnica.
Algunas de las costuras a mano más elaboradas del modelo, y de toda la industria del automóvil, según Bentley, las encontramos en el volante, la pieza central del habitáculo. Solo en este elemento se utilizan cinco metros de hilo, y el proceso de costura a mano lleva tres horas y media al artesano encargado de cada volante.



Los cuatro asientos del Flying Spur, por su parte, requieren 12 horas de trabajo manual, y el elemento opcional bordado en los reposacabezas, con el motivo alado de Bentley, se conforma mediante 5.103 puntadas.
No obstante, en la factoría de la marca hay cinco tipos diferentes de máquinas de coser, para diferentes aplicaciones. Para las costuras de algunos componentes cercanos a los airbags, por ejemplo, se utiliza un hilo más fino. Dicho esto, te dejamos con la galería, para que puedas ver en detalle el trabajo realizado por la firma.