Si piensas que una marca de máximo lujo apenas presenta novedades con cierta periodicidad, Bentley demuestra lo contrario. En un par de años, nos ha mostrado varias versiones del Continental GT, además del Bentayga, y ahora exhibe el Flying Spur 2020, la tercera generación de su berlina.
Desarrollado a partir de cero, es ligeramente más largo, 5,30 metros, con una mayor batalla, 3,19 metros, que su antecesor, lo que se traduce en en un crecimiento del espacio para los dos pasajeros traseros, que disfrutan de sendos asientos individuales.
La firma de Crewe califica como "totalmente nuevo" el diseño del coche, aunque, desde nuestro humilde punto de vista, nos recuerda al modelo que sustituye... sin que eso suponga una crítica ni un menosprecio. Al contrario, confirma que la línea de los Bentley aguanta muy bien el paso del tiempo.
A partir de unas líneas marcadas, se ha creado un vehículo elegante, pero también con sesgos de deportividad, que estamos seguros de que los clientes sabrán valorar positivamente. Al fin y al cabo, comparte bastantes trazos con el Continental GT, un coupé de indudable belleza.
Otras novedades de Bentley
El coche también realiza un guiño al pasado con las lamas verticales integradas en la parrilla, una solución estética que comparte con el S1 Continental Flying Spur de 1957. Por su parte, la firma lumínica de los pilotos traseros es una 'B' y el cliente podrá optar entre 17 colores.
Entre los componentes lujosos que equipa, incorpora llantas de aleación de 21 pulgadas y faros matriciales con tecnología de tipo LED, que permiten circular con las luces de carretera sin deslumbrar al resto de usuarios de la vía.

El Bentley Flying Spur 2020 también presenta algunas curiosidades. La más notable tiene que ver con la pequeña estatua Flying B del frontal, pues es retráctil y se enciende como parte de la secuencia de la iluminación de bienvenida.
El habitáculo se ofrece con materiales de primer nivel, incluidos madera y cuero en formato tridimensional, con una selección de 15 colores para la piel de los asientos. La pantalla táctil y giratoria de 12,3 pulgadas ocupa el centro del salpicadero, pero puede ocultarse si el conductor así lo desea.
Cuando no se muestra, queda reemplazada por tres esferas analógicas: un cronómetro, una brújula y un termómetro con la temperatura exterior.
De serie, el sistema de sonido ofrece 10 altavoces, aunque, opcionalmente, puede ampliarse a 16, gracias a un equipo firmado por el especialista Bang & Olufsen, de 1.500 W. Por supuesto, también puede contar con hasta de 19 altavoces, a partir de otra opción de Naim, con 2.200 W.


De inicio, el 'corazón' del Bentley Flying Spur 2020 es el conocido bloque 6.0 W12, biturbo, con 635 CV y 900 Nm, que se vincula a una transmisión automática de doble embrague, con ocho velocidades.
El sistema de tracción puede enviar toda la fuerza mecánica al tren trasero y, en caso de falta de motricidad, mandar par motor a las ruedas delanteras. A pesar de que el coche casi alcanza las 2,5 toneladas, es capaz de alcanzar los 333 km/h y de acelerar de 0 a 100 en 3,8 segundos.

El nuevo Flying Spur promete un dinamismo sorprendente, gracias al sistema de dirección a las cuatro ruedas, una primicia dentro de la firma británica. Ya sabes que, en función de la velocidad, los neumáticos traseros pueden girar en el mismo sentido o en el contrario a los delanteros.
Esta tecnología se complementa con una suspensión con resortes neumáticos y control continuo de la amortiguación. Además, la berlina dispone de barras estabilizadoras activas, alimentadas a través de un sistema de 48 V.
A todo esto, hay que añadir que los discos de freno delanteros miden ahora 420 milímetros, por lo que proporcionan un mayor rendimiento a la hora de detener el vehículo en distancias cortas.
¿Inicio de pedidos? Bentley admitirá reservas del Flying Spur 2020 a partir de este otoño y las primeras unidades llegarán a comienzos del próximo año.