El buque insignia de la firma de Crewe, el Bentley Mulsanne, llegará al final de su producción esta misma primavera, por lo que el fabricante ha decidido lanzar una edición especial, limitada a 30 unidades, que conmemora precisamente el fin de una era.

A partir del cese de la fabricación (los trabajadores dedicados a este modelo serán reasignados a otros puestos, según la marca), el Bentley Flying Spur sustituirá al Mulsanne como el máximo representante de su catálogo y, para 2023, recibirá una versión híbrida enchufable, como símbolo del futuro de la marca.

Obra de la división de creaciones especiales Mulliner, esta versión se llama Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner y es un homenaje también al legendario motor 6,75 litros V8 de Bentley, que según el fabricante es el motor de ocho cilindros en V que más tiempo lleva en producción del mundo. Nada menos que 60 años de manera continuada, aunque convenientemente actualizado, desde su estreno en el Bentley S2 de 1959.

El 6.75 Edition by Mulliner está basado en el Mulsanne Speed, por lo que el bloque V8 biturbo de 6.753 cm3 arroja una potencia de 537 CV a 4.000 rpm, así como un impresionante par motor máximo de 1.100 Nm desde solo 1.750 vueltas. La transmisión es automática de ocho velocidades, firmada por el especialista ZF, y el modelo anuncia un 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y una velocidad máxima de 305 km/h.

Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner
Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner
Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner

Entre los diferentes detalles de esta edición que hacen referencia al motor de 6,75 litros, destacan unos mandos para la climatización con la misma forma que el tapón de aceite del famoso propulsor y logotipos 6.75 Edition, bordados en los asientos y también en placas cromadas en el exterior y en el vano motor, o en el proyector LED que se activa al abrir las puertas. Algunos relojes del interior también muestran de fondo un esquema del propio motor.

Por fuera, encontramos contornos cromados para los faros y los pilotos, elementos en color negro brillante, la figura delantera 'Flying B' oscurecida y llantas de aleación 21 pulgadas en diseño de cinco radios (las especiales del Mulsanne Speed, pero con un acabado brillante bicolor). Además, bajo el capó, los colectores de admisión están acabados en color negro (en lugar de en plata) y la tradicional placa del motor está firmada por el CEO de Bentley, Adrian Hallmark, y no por el ingeniero responsable del montaje del V8.

Ya en el habitáculo, hay disponibles cuatro tonalidades (azul Imperial, negro Beluga, Fireglow y marrón Newmarket), con costuras en color plateado, una placa conmemorativa de la edición especial, molduras en negro brillante e inserciones de aluminio.