Akio Toyota, presidente de Toyota, dijo en la apertura del salón de Tokio 2019 que "el nacimiento del automóvil sacó a millones de caballos de las carreteras, pero aún existen caballos de carreras".
Acto seguido, presentó el curioso y futurista superdeportivo Toyota e-Racer. En un futuro próximo, los vehículos ofrecerán conducción autónoma al 100% y puede que conducir un deportivo de esas características aporte las mismas sensaciones que tenía un jinete que esquivaba los obstáculos a lomos de su corcel.
Este ejercicio de estilo, denominado Toyota e-Racer, se ha exhibido, en primicia, en el certamen nipón, junto con otros muchos prototipos de micromovilidad, en lo que podríamos calificar como una especie de 'parque temático de movilidad'.
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Por el momento, no se conocen datos técnicos sobre este vehículo o las prestaciones del e-Racer, ya que Toyota lo considera un prototipo destinado a encarnar el espíritu más puro proporcionado por el placer de conducir.
No obstante, queda claro el estilo armonioso y deportivo del Toyota e-Racer, en forma de tándem eléctrico, biplaza, con el puesto de conducción centrado. Los enormes pasos de rueda y las grandes llantas de aleación, así como las barras antivuelco, evocan el carácter deportivo del automóvil eléctrico.
No busques puertas, techo o parabrisas porque no existen. La instrumentación tradicional ha sido sustituida por una pequeña pantalla ubicada en el centro del volante. Ese mismo monitor está instalado en las barras de protección antivuelco, para que pueda ver toda la información el acompañante, ubicado justo detrás del conductor.
El prototipo exhibido en Tokio no tiene motor, pero permite a los visitantes subirse al automóvil y recrear la conducción gracias a un simulador de conducción virtual, donde se puede elegir el circuito deseado.
Además, antes de sentarse dentro del Toyota e-Racer, también es posible enfundarse un mono de carreras, también virtual, creado para el piloto y el pasajero. Del mismo modo, los asientos del e-Racer están equipados con un sistema de configuración individual, capaz de adaptarse a la forma del cuerpo de los pasajeros.