En el salón de Nueva York del año 2003, todos nos quedamos un poco atónitos al ver cómo Audi mostraba un ejercicio de estilo totalmente distinto al resto de la gama que ofrecía por aquel entonces.
Y es que el Audi Pikes Peak quattro supuso un adelanto del primer SUV de la marca, el Audi Q7 ( que llegó en 2005). Hasta el año pasado, era el todocamino más exclusivo de la gama, por encima del Q2 (2016), Q3 (2011) y Q5 (2008), hasta la llegada del Q8 (2018).
Este concept llegó tomando la denominación de la famosa subida en las montañas rocosas de Colorado, a lo que también se conoce como 'la carrera hacia las nubes', por la altitud que se alcanza.
Era un claro homenaje a los récords alcanzados por los Audi Quattro y Audi Sport Quattro en el mítico evento norteamericano, durante la década de los años 80.
El Audi Pikes Peak quattro se desarrolló en tan solo cinco meses, tras haber hecho los bocetos iniciales algo antes. Para la construcción del prototipo, se emplearon elementos de distintos modelos del Grupo Volkswagen, como los ejes delantero y trasero del Volkswagen Touareg, así como la suspensión neumática del propio SUV y del Audi A8, que permitía ajustar la altura de la carrocería al suelo en cuatro alturas diferentes, desde el propio habitáculo, hasta un máximo de 280 milímetros.
La carrocería de este prototipo estaba fabricada en fibra de carbono e incluía sensores, que servían a las, por aquel entonces, poco conocidas ayudas electrónicas a la conducción, como el sistema de alerta por cambio involuntario de carril.

Bajo el capó, este concept utilizaba un motor V8 de gasolina, con doble turbocompresor, que cubicaba 4,2 litros y rendía 493 CV de potencia y 630 Nm de par máximo. Era el mismo bloque utilizado por el Audi RS 6 quattro de antaño. Ambos, también compartían la tracción integral quattro y la caja de cambios automática con convertidor de par tiptronic, de seis velocidades.
Así es como homologaba unas interesantes prestaciones, como una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,0 segundos y la velocidad punta de 250 km/h, limitada de forma electrónica.
Otras particularidades de este coche es que incluía apertura electrónica automática y a distancia del maletero y dos monitores de 9,0 pulgadas, colocados para el uso y disfrute de los ocupantes de la segunda y tercera fila de asientos.