Se hace duro tener que despedirnos definitivamente del Volkswagen Beetle, pero debemos asumir que el mítico 'Escarabajo' no continuará produciéndose. La última unidad acaba de salir de la planta de la marca alemana en Puebla, México, localidad donde se ha estado fabricando.

Este ejemplar tan especial, pintado en color Denim Blue, no irá a parar a ningún cliente, sino que formará parte del museo que la compañía germana tiene en la ciudad mexicana. 

A la venta desde 1938, el Beetle fue obra de Ferdinand Porsche, tras una solicitud de Adolf Hitler, presentada a través de su asesor, Jacob Werlin. El objetivo era crear un vehículo accesible para una familia alemana de clase media, con capacidad para cuatro adultos.

El resultado no pudo ser mejor, ya que este vehículo ha mantenido su fisonomía casi intacta durante sus 81 años de vida. Además, puede presumir de ser el coche más fabricado en serie de la historia, con 21.529.464 ejemplares en todo el mundo.

Tras la exhibición del último Beetle, Scott Keogh, presidente y CEO del Grupo Volkswagen en América, aseguró que "es imposible imaginar dónde estaría Volkswagen sin el Beetle. Este coche ha demostrado nuestra capacidad de lograr la cuadratura del círculo".  

Curiosamente, solo ha habido tres generaciones del Beetle y las dos primeras convivieron en el tiempo. Sí, porque la clásica dejó de producirse en el año 2003, mientras que el New Beetle, considerada la segunda entrega, apareció en 1998. El tercer ciclo apareció en 2011. 

Volkswagen Beetle

Lo cierto es que, en estos últimos años, el Beetle no ha registrado buenas cifras de ventas a nivel global. Primero, porque el Golf es un compacto más práctico y segundo, porque la moda SUV resulta imparable. 

¿Qué sucederá ahora con la fábrica de Puebla? Afortunadamente, seguirá en funcionamiento y comenzará a producir un nuevo SUV compacto para el mercado norteamericano, que se situará por debajo del Tiguan.

"A pesar de que ha llegado su momento, el papel que ha desempeñado el Beetle en la historia del automóvil será recordado siempre". Estas palabras de Keogh pueden ser el epitafio perfecto para el 'Escarabajo'.