Actualización: tras dejarse ver una primera versión en el stand del salón de Ginebra de este año, Bugatti ha mostrado las imágenes de la variante definitiva de este 'juguete' tan especial, con todo lujo de detalles y mucho mejor acabada que la que vimos en la cita suiza.
Será a principios de 2020 cuando se pueda empezar a adquirir este coche para niños con sistema de propulsión eléctrico, aunque, por precio y prestaciones, no sabemos hasta qué punto estaría permitido usarlo en la vía pública o en un parque, por ejemplo.
El precio de venta es de 30.000 euros, con una tirada limitada a 500 copias. Si lo quieres para tu hijo, estás tardando en solicitar información a la marca.
En 2019, Bugatti está celebrando su 110 aniversario, por lo que no resulta extraño que la compañía de Molsheim esté homenajeando a algunos sus modelos más icónicos.
De hecho, tras rendir tributo al Bugatti Type 57 SC Atlantic, con el excepcional La Voiture Noire, la marca francesa ha vuelto al pasado para rescatar un ilustre automóvil de su historia.
Bugatti Baby II: un homenaje al Type 35
Apodado Baby II, este pequeño coche (tiene dos tercios del tamaño del modelo original) es el Bugatti más adorable y económico que puedes comprar. Está inspirado en el Type 35 del que se fabricaron 500 unidades, entre 1927 y 1936.
Aunque lo realmente interesante es que se trata de uno de los coches de competición más exitosos de la historia, al conseguir victorias en más de 1.000 carreras y establecer 47 récord mundiales.
Evidentemente, a diferencia del Chiron, no incorpora un propulsor 8.0 W16, con cuatro turbocompresores y 1.500 CV de potencia, pero lejos de lo que pueda parecer, no se trata de un modelo para niños...
Principalmente, porque está dotado de un motor eléctrico de 13,5 CV de potencia, con opción a elegir entre los modos infantil y adulto, en los que cuenta con una velocidad máxima de 20 y 45 km/h, respectivamente.
Pero si eso te parece poco, siempre puedes activar el modo de conducción Top Speed (heredado de los Chiron y Veyron), en el que desaparece el limitador de velocidad... aunque no se han facilitado datos sobre las prestaciones con este programa activado.

Cuesta lo mismo que un Renault ZOE
Hay una diferencia fundamental respecto a los Bugatti del mundo real: no recurre a un sistema de tracción total, sino a un esquema de propulsión trasera.
Además, desde el punto de vista técnico, no escatima en tecnología, ya que la batería de iones de litio es extraíble (con hasta 30 kilómetros de autonomía), cuenta con un sistema de recuperación de energía en las frenadas e, incluso, hay un diferencial de deslizamiento limitado. Este coche está acabado en azul Racing, aunque no es la única pintura disponible.
El automóvil de juguete, exhibido en el salón de Ginebra de 2019, carece de faros, pero Bugatti promete que, cuando salga a la venta, contará con un sistema de iluminación. Por los 30.000 euros que cuesta, será mejor que los tenga. Al menos, el escudo de la compañía está fabricado en plata maciza, al igual que el del Chiron.