Si paseas por las calles de Londres y ves pasar un Renault Kangoo blanco, lo más probable es que creas que está trabajando, de camino a su próxima entrega. Obviamente, la furgoneta del fabricante francés es el último modelo en el que pensarías que esconde debajo de su capó el motor de un Mégane R.S.
Los chicos de Monky London han colgado en su canal de YouTube esta transformación tan llamativa. El aspecto exterior del vehículo no hace presagiar ni la velocidad ni la aceleración que es capaz de desarrollar esta discreta Kangoo.
Renault Kangoo Mk.I con 225 CV
Sabemos que el propietario de este 'megakangoo' utilizó tres vehículos de Renault para crear la madre de todas las furgonetas. Además de la carrocería del Kangoo, empleó la caja de cambios de un Clio Sport, para canalizar toda la potencia del motor turboalimentado del Mégane R.S. con 225 CV.
El Kangoo de primera generación es un vehículo industrial, tanto de pasajeros como de carga, que estuvo a la venta entre 1997 y 2007, año en que fue sustituida por el Kangoo MkII. El vehículo en cuestión es una furgoneta de carga, con solo dos plazas. Originalmente, equipaba una mecánica turbodiésel dCi 70, con 70 CV, tal y como lucen los anagramas laterales de la carrocería.

El Clio Sport, por otra parte, es un utilitario deportivo, que en su configuración convencional es uno de los superventas europeos desde su estreno comercial. Al ser un automóvil de pequeñas dimensiones, es una alternativa accesible, con precios muy interesantes, aunque el Clio Sport no lo fuera tanto, a tenor de la potencia y prestaciones que era capaz de desarrollar.

Por último, el Mégane R.S. es uno de los compactos deportivos, con tracción delantera, más poderosos del mercado. Junto con el Honda Civic Type R y el Hyundai i30 N, podríamos hablar de los 'gallos' de la categoría. El modelo galo de primera generación equipaba una mecánica turboalimentada, con 225 CV de potencia.
En el vídeo que acompaña a esta noticia podrás comprobar el poderío del Kangoo, la aceleración de la furgoneta y el sonido que emite el motor, por las calles de Londres.
Fuente: Monkey London, vía YouTube