A lo largo de su carrera, Ayrton Senna tuvo la oportunidad de conducir muchos vehículos excepcionales, proporcionados por las marcas a las que representó. Pero este artículo trata sobre el último coche que el legendario piloto brasileño adquirió con su propio dinero, un Mercedes-Benz 190E 2.3-16, que todavía está en circulación en algún lugar de Australia.
La trayectoria de Senna, con tres títulos mundiales (1988, 1990 y 1991) y 41 victorias, y su pilotaje le sirvieron para ser considerado una superestrella de la F1 y un verdadero icono del automovilismo. Su muerte en el Gran Premio de San Marino, en Imola, al volante de un Williams-Renault en 1994 le convirtió en leyenda. Por eso, la berlina alemana es tan especial.
Antes de convertirse en campeón de F1, Senna destacó en otras competiciones inferiores a principios de los años 80, especialmente en Gran Bretaña, donde sus triunfos en la Fórmula 3 le abrieron las puertas a la categoría reina del automovilismo.
Con apenas 24 años, en 1984, él y otros pilotos de F1 fueron invitados a una carrera en Alemania, organizada para celebrar la inauguración del circuito de Nürburgring. De este modo, el venerable Nordschleife quedaba en desuso por razones de seguridad.
Este evento permitió a Mercedes-Benz mostrar el nuevo 190E 2.3-16. En total, 20 unidades con asientos de tipo baquet y barras antivuelco demostraron su buen hacer, con la ayuda inestimable de Senna y compañía.
Triunfo en Nürburgring
Curiosamente, Senna no iba a competir en esta prueba, pero la baja de Emerson Fittipaldi hizo que los organizadores de la prueba convocaran al piloto de Sao Paulo. En la cita, demostró sus extraordinarias dotes, logrando el segundo mejor tiempo en la clasificación, tan solo por detrás de Alain Prost. Por si fuera poco, en carrera, consiguió la victoria final contra los pilotos estrella de la época.
Unas semanas después, volvió a exhibir su talento en un vertiginoso Gran Premio de Mónaco, donde, a pesar de ser su primera participación con un modesto Toleman, casi derrotó al resto de competidores bajo una intensa lluvia.
Partió en la decimotercera posición y, en la vuelta 31, ya iba clasificado segundo, pero en ese momento los comisarios decidieron parar la carrera por el aguacero que caía, dando como ganador a Prost.
Dean adquirió el coche en 1996
Volviendo a la cita de Nürburgring, la experiencia fue tan grata para Senna que, tan pronto como regresó a Gran Bretaña, decidió comprar un Mercedes-Benz 190E 2.3-16, con 185 CV, para su uso personal. Después de adquirirlo en 1985, el carioca se lo vendió a su mánager en 1987, al mudarse a Mónaco.
No fue hasta 1996, dos años después de la muerte del campeón brasileño, cuando su dueño lo puso a la venta. Ahí fue cuando Dean, su actual propietario, se hizo con él. 23 años después, en el otro extremo del mundo, en Australia, este mítico vehículo sigue en circulación.
No cambiará de poseedor
El propietario, residente de Melbourne, lo ha cuidado excepcionalmente durante todo este tiempo, de tal forma que el venerable 190E 2.3-16 muestra hoy 240.000 kilómetros en el odómetro.
La berlina alemana no ha recibido ninguna modificación, salvo una, la retirada del aire acondicionado. Sorprendentemente por razones medioambientales, hace años, la legislación australiana prohibía este sistema en los vehículos. Una pena, teniendo en cuenta las temperaturas que pueden alcanzarse en esa parte del mundo.
Este Mercedes-Benz no estará a la venta a corto plazo, pues la familia de Dean quiere conservarlo durante las próximas décadas. Una verdadera pena para todos los coleccionistas...