La evolución de los coches de carreras se ha vuelto más sofisticada de lo que pudiéramos pensar en el último cuarto de siglo, especialmente en el campeonato alemán de turismos DTM. En la década de 1990, los participantes utilizaban como base los modelos de producción que cualquier cliente podía adquirir en uno de sus concesionarios. En la actualidad, los vehículos que participan en esta competición poco tienen que ver con los que podemos ver nuestras calles. En este sentido, para demostrar esa evolución, Mercedes-Benz ha realizado un curioso video en el que enfrenta a un 190E 2.5-16 Evo II de 1990, contra un Mercedes-AMG C63 DTM de 2017. ¿El escenario? el circuito italiano de Vallelunga y los pilotos, el austriaco Karl Wendlinger y el alemán, Maro Engel.

Dos Mercedes-Benz del DTM, 27 años de diferencia
Evidentemente, no parece demasiado justo comparar la maniobra de aceleración de ambos modelos, a la vista de la diferencia de potencia que hay entre ambos. El motor del 190E tiene 4 cilindros, 2,5 litros de cilindrada y aspiración atmosférica. La versión de producción desarrollaba una potencia máxima de 235 CV, mientras que el de competición alcanzaba los 367 CV. En comparación, el C63 equipa un bloque V8 de 4,0 litros, que rinde aproximadamente 500 CV de potencia. Como se puede ver en las imágenes, el modelo actual hace que el veterano 190E parezca que va parado.

Sin embargo, los resultados en la prueba de frenado no son tan evidentes como pudieras pensar. De hecho, los frenos carbocerámicos del C63 en frío no son tan diferentes a los del 190E. De lo que no parece quedar ninguna duda es de lo apasionante que debe resultar el hecho de poder conducir dos coches de carreras de este tipo. El impresionante rendimiento del C63 exige una concentración máxima al piloto. Por otra parte, conducir el 190E también resulta excitante, debido a que hay que manejar una caja de cambios manual y practicar la técnica del punta/tacón a la hora de reducir marchas.

El Mercedes-Benz 190E Evo II no se llegó a vender en países como Estados Unidos, motivo que ha llevado a incrementar el interés por buena parte de los coleccionistas de ese país. El pasado mes de enero, por poner un ejemplo, la casa de subastas RM Sotheby's vendió una unidad por 220.000 dólares en Arizona. Algo similar sucede en Europa, donde resulta complicado adquirir alguna unidad por menos de seis cifras. Recordemos que solo se fabricaron 500 unidades de esta versión, para poder participar en el DTM alemán.