Cuando Ford presentó el nuevo GT, anunció que solo fabricaría 500 unidades, a un ritmo de 250 anuales. Posteriormente, en agosto de 2016, decidió duplicar la producción, llegando a los 1.000 ejemplares, entre 2018 y 2021. Pues bien, la marca estadounidense ha vuelto a incrementar esa cifra a 1.350 coches. Un trabajo extra que se extenderá hasta el año 2022.
El motivo oficial es "hacer realidad los sueños de muchos clientes", aunque estamos convencidos de que también hay una gran rentabilidad de por medio.
"La respuesta a nuestro Ford GT no ha tenido precedentes; la demanda inicial superaba las 6.500 peticiones", explicó Hermann Salenbauch, director de Ford Performance. "Al ampliar la producción del coche, mantenemos su exclusividad, al tiempo que aumentamos nuestra cartera de clientes".
Por compararlo, el primer Ford GT sumó una producción ligeramente superior a las 4.000 unidades, durante dos años: 2005 y 2006. Por lo tanto, efectivamente, continuará siendo un superdeportivo más exclusivo que su antecesor.
Desde luego, por potencia y prestaciones, lo es. Incorpora un motor de gasolina, biturbo, de la familia EcoBoost, con 3,5 litros, seis cilindros en V y una potencia de 655 CV. Junto a esta mecánica, trabaja una transmisión automática de doble embrague, con siete velocidades. Toda la fuerza se canaliza exclusivamente al eje trasero.
El Ford GT roza los 350 km/h de velocidad máxima, por lo que entenderás que el consumo medio homologado se sitúa en los 16,8 litros cada 100 kilómetros.
Para acabar, una curiosidad. Ford obliga a los propietarios del GT a tenerlo en propiedad, como mínimo, dos años. ¿El motivo? Tratar de evitar que se especule con él. Esa norma no ha impedido que un par de ejemplares ya se hayan vendido en subastas por más de un millón de dólares cada uno (unos 872.295 euros). Gente sin corazón...