Toyota está inmersa en un faraónico proyecto, unido a una destacada inversión, para desarrollar un nuevo complejo de pruebas, que contará con una réplica del circuito alemán de Nürburgring.
Según afirma la publicación Nikkei Asian Review, la compañía oriental está planeando construir estas instalaciones, junto a un centro de investigación y desarrollo en Aichi, en el centro de la isla de Honshu (Japón), con 11 pistas de prueba diferentes, incluida una reproducción del 'Infierno Verde', donde Toyota y la gran mayoría de fabricantes de automóviles prueban sus coches.
Una réplica de Nürburgring, con 5,3 kilómetros de longitud
En cualquier caso, parece que no va a ser una reproducción milimétrica de Nürburgring. La principal diferencia será la longitud de la pista. Si la original mide 20,7 kilómetros, la reproducción tendrá que conformarse con 5,3 kilómetros de recorrido, aunque contará con una serie de curvas y cambios de rasante similares a los que forman el Nordschleife.

La pista se usará para probar la capacidad de frenado y la agilidad de los nuevos modelos, en diferentes condiciones de adherencia, para garantizar la perfecta puesta a punto de los diferentes modelos que Toyota vende a lo largo del mundo, desde Europa, hasta Estados Unidos, pasando por India o Sudamérica.
El medio de comunicación que adelanta esta noticia afirma que la inversión total de Toyota rondaría los 2.000 millones de libras (aproximadamente, 2.270 millones de euros). Una cantidad abrumadora, pero necesaria y justificada, debido a que la firma japonesa tiene previsto utilizar estas nuevas pistas para el desarrollo de sus futuros modelos eléctricos.
Las nuevas instalaciones estarían operativas en el año 2023 y contarían, inicialmente, con unos 3.300 empleados, con la posibilidad de ampliar la plantilla en otros 550 operarios extra.