Está claro que el Mercedes-AMG G 63 es un despropósito de la ingeniería. Es un TT enorme, con un peso superior a las dos toneladas y una aerodinámica similar a la de una caja de zapatos. Por eso, pese a que nos encante, te diremos que el nuevo Mercedes-AMG G 63 2018 no tiene sentido desde un punto de vista lógico... y mucho menos esta versión de su antecesor, preparada por GAD Motors. A no ser que tengas una autobahn delante, claro está.
Y, una vez más, en AutoTopNL contaban con ella. Aunque a diferencia de lo que nos tienen acostumbrados, en esta ocasión, no han alcanzado la velocidad máxima, sino que se han limitado a mostrar aceleración de este TT. Y teniendo en cuenta el tipo de coche del que se trata, la facilidad con la que empuja la aguja del velocímetro por encima de los 260 km/h es absolutamente asombrosa. En especial, cuando el control de tracción tiene que intervenir... ¡¡a más de 120 km/h!!
Sin embargo, irónicamente, el conductor no lo está pasando bien. En la instrumentación puede verse reflejado como realiza correcciones de manera continua sobre el volante, para tratar de mantener la trayectoria. Parece que ganar velocidad en un Mercedes-AMG G 63 con más de 1.000 CV no es problema, pero su estabilidad no es precisamente la de un superdeportivo.
Eso sí, reconocemos que dotar a este legendario TT de una potencia propia de los mejores supercoches, resulta tan carente de sentido como emocionante.
Fuente: AutoTopNL via YouTube