Hace unos días, después de mucho tiempo esperándolo, por fin conocimos al Mercedes-Benz Clase G 2018. Esta segunda generación sustituye a la entrega original, que data de 1979, aunque ha sido convenientemente revisada en varias ocasiones, la última en 2012. En esta peculiar comparativa fotográfica, queremos mostrarte qué varía en el nuevo modelo. A simple vista, puede parecer que muy poco, pero indagando más, la realidad es muy distinta... sobre todo, en el habitáculo.

Todo sobre el Mercedes-Benz Clase G 2018:

Frontal

Mercedes Clase G 2012 vs. 2018
Mercedes Clase G 2012 vs. 2018

Verdaderamente, en la parte delantera, cuesta diferenciarlos, ya que comparten muchas soluciones de diseño, como los faros circulares, los intermitentes situados en el capó, la gran parrilla rectangular y el voluminoso paragolpes. 

Visto lo visto, los pequeños detalles marcan la diferencia. Por ejemplo, las tomas de aire inferiores son más estrechas, pero más alargadas. Además, ahora, las luces de conducción diurna con tecnología de tipo LED se integran en el propio faro y los nuevos parabrisas se asientan más abajo, lo que amplía la visión desde el habitáculo.

Mercedes Clase G 2012 vs. 2018
Mercedes Clase G 2012 vs. 2018

Tres cuartos frontal

Mercedes Clase G 2012 vs. 2018

Desde esta perspectiva, también cuesta ver las diferencias entre uno y otro. No hay cambios drásticos, pero los pequeños retoques consiguen conformar un vehículo más atractivo. Los retrovisores son más redondeados y las ventanillas han experimentado un ligero rediseño. Además, se añaden más cromados por todo el lateral.     

Perfil

Mercedes Clase G 2012 vs. 2018
Mercedes Clase G 2012 vs. 2018

Aquí, los cambios se aprecian algo mejor. El Mercedes-Benz Clase G 2018 presenta alguna línea más curva, como las que se observan en las esquinas de las puertas. La boca del depósito de combustible se encuentra ahora encima del paso de rueda. Antes, estaba situada en una posición demasiado baja.   

Habitáculo

Mercedes Clase G 2012 vs. 2018

Si el exterior cambia ligeramente, el habitáculo supone una ruptura total entre uno y otro modelo. La única similitud importante es el asa de agarre en el lado del pasajero. La pantalla del sistema de infoentretenimiento ya no aparece en la parte superior de la consola central, sino que se ha integrado en un monitor panorámico, que engloba también la instrumentación digital. 

Las salidas de aire lucen un diseño de tipo turbina y los mandos táctiles tienen aún mejor presencia. Además de esta revolución estética, el interior ofrece más espacio para los ocupantes delanteros y traseros. Visto lo visto, está claro que, afortunadamente, el Mercedes-Benz Clase G continuará siendo, durante mucho tiempo más, un todoterreno único en su especie...

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