Aunque la actual generación del Mercedes-Benz Clase G está a punto de jubilarse, el preparador BRABUS demuestra que el todoterreno alemán puede convertirse todavía en un reclamo muy llamativo. Su última creación, el BRABUS 850 Buscemi Edition, así lo demuestra. El coche, basado en el Mercedes-AMG G 63, tiene un precio de 410.000 euros, sin incluir el IVA. Sí, va destinado a millonarios algo extravagantes...
El coche no toma el nombre del actor Steve Buscemi, sino del diseñador californiano, Jon Buscemi, el responsable de idear los dos pares de zapatillas exclusivas, con elementos dorados, que se entregan junto al automóvil. Además, cada cliente recibirá un set de equipaje de la última colección creada por Buscemi y BRABUS.
Volviendo al coche, integra inserciones doradas y de fibra de carbono, así como llantas de aleación forjadas de 23 pulgadas. Además, disfruta de un motor de gasolina V8, de 6,0 litros y con dos turbocompresores, que desarrolla 850 CV y nada menos que 1.450 Nm. A pesar de que el peso alcanza los 2.550 kilos, el BRABUS 850 Buscemi Edition invierte tan solo 4,0 segundos en alcanzar los 100 km/h desde parado y alcanza 260 km/h, velocidad máxima autolimitada electrónicamente.
Gran parte del exterior se ha modificado a conciencia: desde los faros bixenón oscurecidos hasta la luz auxiliar montada en el techo. También hay que resaltar los paragolpes más anchos, el alerón trasero y la tapa de la rueda de repuesto, acabada en pintura dorada. Ese mismo color se emplea en las taloneras laterales y en las pinzas de freno.
BRABUS asegura que se ha empleado "el cuero negro de mayor calidad" en el lujoso habitáculo. El tono dorado se traslada también al interior, visible en la consola central, el volante y las levas del cambio, entre otros componentes. Como punto curioso, el techo se ilumina con múltiples puntos de luz, como si fueran estrellas. Estos elementos pueden cambiar de color, ya que van sincronizados con la iluminación ambiental.
¿Comprarías el BRABUS 850 Buscemi Edition? Técnicamente, no es un coche de última generación, pero, por calidad, nadie podrá decir que no está cuidado hasta el más mínimo detalle. Si sumamos las prestaciones, puede que la ecuación sea perfecta...